Un proyecto de investigación en el que están 30 científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR), la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) dio algunos resultados iniciales que ofrecen pistas sobre cómo la bacteria Helicobacter pylori influye en el desarrollo del cáncer gástrico.
El trabajo de investigar la bacteria lo tienen, desde el 2018, esos 30 científicos (28 costarricenses y 2 estadounidenses), con un proyecto que tiene como objetivo comprender cómo la bacteria fabrica sustancias que podrían causar la aparición del cáncer gástrico.
“En casi todos los tipos de cáncer, las células cancerosas tienen que convivir en un vecindario ideal para incrementarse. Lo que hemos visto es que la bacteria pareciera reprogramar ese vecindario y esto hace que las células en proceso de convertirse en cáncer logren vivir mejor y transformarse”, dijo el doctor Warner Alpízar Alpízar, del Centro de Investigación en Estructuras Microscópicas (Ciemic-UCR) y líder del estudio.
Cuando Alpízar habla del “vecindario ideal” se refiere a una serie de componentes que rodean al tumor si este se desarrolla y hasta lo ayudan a crecer.
Si le tuviéramos que poner un nombre para entender mejor a las células dañinas que habitan ese vecindario, se les podría denominar, la chusma; unos “delincuentes” que dañan y que, además, convencen a sus otros residentes (células sanas) de que trabajen para ellos en la generación de más células perjudiciales.
Los investigadores, después de varias pruebas, lograron ver, en los primeros resultados, la presencia de la bacteria e, increíblemente, encontraron otras más que también tienen el mismo papel: impedir que las células inmunológicas se activen y eliminen el cáncer. La bacteria parece motivar la producción de moléculas destinadas a frenar al sistema inmunológico”, dijo el doctor Alpízar.