Casi 27 mil pulseadores tuvieron que cerrar su empresita el año pasado por culpa de la pandemia.
Así lo confirman los datos de la última Encuesta Nacional de Microempresas de los Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
El tipo de negocitos a los que hace referencia la encuesta son los que están en casas, que no cuentan con cédula jurídica, no llevan una contabilidad formal o que su dueño no tenga un salario asignado y solo en el 2020 se registraron 26.857 menos que en el 2019.
En total hay 367.911 personas que tienen sus negocitos en casa y 355.266 trabajadores independientes (14.210 menos que en el 2019).
La mayoría de estos pulseadores son hombres para un total de 251.283. 61 de cada 100 de ellos son mayores de 45 años, mientras que en el caso de las mujeres 116.627 la pulsean y, casi la mitad de ellas tienen 45 años o más.
Otra característica de quienes se dedican a poner un negocito en su casa para pulsearla es que tienen pocos estudios, 43 de cada 100 solo terminaron la escuela y tan solo 17 de cada 100 tiene estudios universitarios.
La principal causa para iniciar estos negocios en la casa es por necesidad, pues 44 de cada 100 hombres y 60 de cada 100 mujeres lo hacen por ese motivo.
La mayoría de los negocios son de venta de comida, transportes, “camarones”, tratamientos de belleza y jardinería.
En el comercio prevalecen la venta al por menor en establecimientos, a domicilio y en la calle, así como el mantenimiento y reparación de carros, la construcción, venta de pancitos, repostería y la costura.
El año pasado 200.536 pulseadores recibieron alguna ayuda por el covid-19, la mitad de estos recibieron al menos el bono proteger y 99.949 algún beneficio además de este bono.