La guerra por aprobar el uso de la marihuana medicinal y el cáñamo regresó con el año nuevo.
Un grupo de diputados de cinco fracciones diferentes le pide al presidente, Carlos Alvarado, y a la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, para que convoque el Proyecto número 21.388: “Ley del Cannabis (marihuana) para Uso Medicinal y Terapéutico y del Cáñamo para Uso Alimentario e Industrial” y así continuar con su trámite en la Asamblea Legislativa.
La diputada independiente Zoila Volio (quien es la que propuso el proyecto), goza del apoyo de sus compañeros Karine Niño, Roberto Thompson, Paola Valladares, Carlos Ricardo Benavides, Silvia Hernández, Aida Montiel, Yorleny León, Daniel Ulate y Wagner Jiménez, de Liberación Nacional; José María Villalta, del Frente Amplio; María Inés Solís y Erwen Masís, del Partido Social Cristiano, y de Paola Vega, de Acción Ciudadana.
A través de una carta abierta, los 14 diputados dan razones de peso y urgentes por las que el Poder Ejecutivo no debe demorar más con la convocatoria del proyecto de Ley.
Volio asegura que tiene que aprobarse ese proyecto por un principio de humanidad.
“Todos los días recibimos testimonios de pacientes crónicos de distintas afecciones y padecimientos, implorando por el avance de este proyecto. Cada día que pasa y les impedimos tener un acceso fácil y seguro al tratamiento que requieren, estamos violentándoles su derecho humano básico a la salud y a la calidad de vida”, dice el primer párrafo de la carta.
El expediente, que fue votado positivo en la Comisión de Ambiente en noviembre del 2020 durante sesiones ordinarias, se encontraría a las puertas del Plenario de ser convocado por el presi Alvarado, quien no le ha dado el apoyo que necesita en las sesiones extraordinarias, que se extenderán hasta el próximo 31 de julio.
“El 21.388 permitirá la producción y comercialización del cáñamo de uso industrial y alimentario y autorizará el aprovechamiento de la marihuana para uso medicinal y terapéutico, con el objetivo de garantizar el derecho fundamental a la salud de toda la población costarricense”, explica la diputada Volio.
Mientras que la diputada Niño, dijo que la aprobación del proyecto podría generar muchos bretecitos.
“Costa Rica, por su ubicación geográfica y la calidad de sus profesionales, se convierta en líder, por la calidad, del cannabis medicinal y el cáñamo”, dijo Niño.
Según estudios, además de los trabajitos, también crearía recursos frescos para el Estado, al crearse un impuesto sobre las ganancias logradas por la realización de actividades autorizadas para cannabis de uso médico o terapéutico, cuya tarifa será del 1% de las utilidades netas.
Este proyecto no es santo de la devoción los ministros de Agricultura, Renato Alvarado y de Seguridad Pública, Michael Soto, quienes se han opuesto en diferentes ocasiones.
Eso sí, si el proyecto llegara a ser ley, se le prohibirá a las personas con antecedentes penales o acusaciones ante el Ministerio Público por delitos de la Ley sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas y drogas de uso no autorizado, el poder dedicarse a la producción de cannabis medicinal o cáñamo.