Cuando llega el Año Nuevo las personas se proponen metas para cumplir en este nuevo periodo, pero en muchísimos casos los propósitos no pasan más allá de las palabras.
La psicóloga María Ester Flores explicó que muchas veces los propósitos se toman al calor de las emociones del cambio de año y no son muy realistas que digamos, por eso nos compartió estos bolados para escoger esas metas de forma aterrizada.
1. Organizar su mente creando diferentes listas con metas a corto, mediano y largo plazo. Estudios señalan que el estrés se va con más facilidad si organizamos la mente para alcanzar sueños o metas. Esas metas pueden incluir retomar proyectos pendientes como los estudios.
2. Priorizar una lista de aspectos emocionales para cuidar la salud física y mental, como dejar un tiempo a la semana para salir con las amistades a tomar café, o tener tiempo a solas para la lectura.
3. Planear una meta a largo plazo que hace mucho tiempo viene soñando. Ejemplo ahorrar para hacer un viaje, ya sea solo, con amigos, o con el grupo familiar. Lo importante es planear los pasos a seguir e ir revisando permanentemente los avances para no perder la perspectiva.
4. Pensamientos positivos. Para aliviar el estrés cotidiano es importante abrir los ojos cada mañana con un pensamiento positivo. Decirse cosas buenas como: “hoy tendré un gran día”.
5. Hacer movimiento físico al aire libre, ya sea caminar, correr, o ejercicios fuertes. Lo importante es recibir sol, ver el ambiente donde se vive, ver la cara de la gente, saludar, sonreír. A veces el mundo de las pantallas roban energía y la gente tiende a deprimirse, por eso es bueno conectar con la madre naturaleza.
6. Practicar el agradecimiento. En lugar de quejarse por todo, trate de agradecer por lo que tiene. Si puede ver, caminar, escuchar, trabajar, cantar, y cuenta con personas que lo aman, esos son grandes regalos de la vida. Un corazón agradecido es tierra fértil para cultivar la felicidad.
7. Concéntrese en su familia, su salud y no tanto en lo material. Si en algún momento no se puede comprar algo que algún miembro de la familia quiere, ir de viaje o dar regalos, explicar el porqué, pero dejar claro que el amor y la atención es lo más importante.
8. Con los niños sí hay que preparar regalitos para el cumpleaños, por ejemplo, para no desencantarlos. Pero si no hay plata se pueden fabricar algunos lindos detalles con material de reciclaje, entre otras ideas.
9. No trate de controlarlo todo: aunque las personas intentan incansablemente controlar su vida, la de sus seres queridos, su entorno familiar y otros, eso es imposible. Solo nos podemos controlar a nosotros mismos si queremos. Si las cosas tienen solución se trabaja en eso, pero paso a paso y con realismo. Tratando también de delegar y trabajar en equipo familiar y laboral.
10. Vivir el presente: es mejor trazar bien las acciones del presente antes que seguirse culpando o frustrando por lo que no ha pasado ni pasará. No hay que angustiarse antes de tiempo. Hay que aceptar y asentir la vida con lo que se puede estar y vivir, amando, comprendiendo, perdonando, entregando y recibiendo cariño de los seres queridos. Con fe Dios proveerá.