El arzobispo metropolitano de San José, monseñor José Rafael Quirós Quirós, alertó sobre la necesidad que tiene el país de evitar a toda costa que se pierdan los enormes beneficios que genera lo que llamó “patrimonio nacional”, la Caja Costarricense de Seguro Social (Caja).
“(La Caja) es una expresión de solidaridad creada y pensada como expresión de un estado social democrático y de derecho. De ninguna manera debemos perder esta institución tan querida.
“En lugar de llegar a debilitarse, más bien fortalecerla, dotándola de la infraestructura necesaria, de la formación de los profesionales médicos y especialistas requeridos para que la atención médica sea pronta y oportuna, y así responder con justicia a la inhumana lista de espera”, aseguró monseñor Quirós.
Con respecto al Día Internacional del Trabajo, comentó: “Como iglesia debemos animar a las presentes generaciones a vivir la responsabilidad del trabajo y de hacerlo honestamente porque pareciera que hoy se le llama trabajo hasta a acciones delictivas”.
Además, monseñor recordó: “el trabajo honesto dignifica y permite ver con mucha esperanza el futuro personal y de la sociedad”.
Para el arzobispo, la figura del carpintero de Nazareth (san José) “debe inspirar y animar a todos los trabajadores en las distintas ocupaciones. A realizar bien lo que se les encomienda”.
De inmediato les recordó a los patrones, los empresarios, dar un trato humano digno y cumplir con lo establecido en la legislación laboral.
A quienes dirigen las riendas del país, nuestros gobernantes, les dijo recordando palabras del papa Francisco: “Deben dar a todos la posibilidad de ganarse el pan, ya que esta ganancia les da dignidad. El trabajo es una unción de dignidad y esto es importante”.
Aprovechó monseñor para, con su homilía, cobijar a los sencillos, los humildes.
“Qué importante es contar con una política impregnada de justicia hacia los pequeños y medianos productores, por ejemplo. No es justa la medición entre ganadores y perdedores, sino colocar la dignidad de nuestros hermanos en el centro de la atención”.
Con respecto a las desigualdades entre trabajadores de oficina y los agricultores, reconoció: “No es posible volver la mirada hacia otro lado.
“Se trata de personas (los agricultores), en medio de sus angustias, que no pueden decir hoy, mañana voy a tomar una computadora y cambio de trabajo”.
Para el sacerdote el pequeño productor merece respeto, apoyo y herramientas para la reactivación de sus cosechas.
La misa contó con la presencia de diferentes representantes del Estado y la sociedad civil como el ministro de Seguridad, Mario Zamora, la defensora de los habitantes, Angie Cruickshank, agricultores y líderes sindicales.