“¡Ay, Dios!”. La exclamación de una mujer dejaba claro que algo grave acababa de pasar. Todo quedó grabado. El sábado pasado, en el marco de la fiesta patronal de la localidad de San Justo, en Santa Fe de Argentina, la Virgen de La Merced era llevada en procesión por cuatro feligreses cuando, al comenzar el trayecto, cayó de cabeza y se destruyó en las gradas de la entrada de la iglesia.
Durante el video, que fue difundido en redes sociales, se escuchan los sollozos y consuelos de los presentes, quienes quedaron paralizados por lo ocurrido. Recién pasados unos segundos, se les ve agacharse para juntar los trozos de la Virgen, que habían quedado en el suelo.
El obispo de Santa Fe, Sergio Fenoy, se encargó de aclarar al diario La Capital la situación, mencionó que fue “solo una fatalidad” y descartó que se haya tratado de un mensaje premonitorio. En tanto, el secretario de la iglesia donde sucedió el incidente, Juan Alarcón, aseguró ante el mismo medio que “no fue posible restaurarla”.
“Es una imagen de cerámica, de unos veinte años, que siempre está en una ermita al lado de la secretaría y se pasea en procesión durante la fiesta patronal y de la localidad. Seguramente no estaba bien sujeta“, comentó, refiriéndose a que la imagen pudo no haber estado lo suficientemente fija a la plataforma de madera donde se lleva en andas la escultura.
La escultura que se rompió este sábado no es la histórica, con cabello natural, que está sobre el altar. Esa tiene 117 años y fue donada por Mercedes Zavalla de Iriondo, familia fundadora y devota de esta Virgen. Si el hecho “desgraciado” no hubiese tenido lugar, la imagen hubiera dado una vuelta en andas alrededor de la plaza central de la localidad.