Un terremoto de 7,6 de magnitud sacudió Papúa Nueva Guinea este domingo, provocando deslizamientos, carreteras con grietas y daños en edificios.
Se ha confirmado la muerte de al menos 16 personas, según la Cruz Roja, y se espera que el número de muertos aumente a medida que llegan informes de pueblos afectados. Ha habido daños generalizados, con caminos de concreto destruidos y puentes rotos.
El terremoto se produjo a una profundidad de 90 kilómetros (aproximadamente 56 millas) cerca de Kainantu, una ciudad con una población de aproximadamente 8.500 personas, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Papúa Nueva Guinea es vulnerable a los terremotos porque se encuentra a lo largo del “Anillo de Fuego” en el Océano Pacífico, donde las placas tectónicas móviles se empujan entre sí y provocan temblores.