En un reciente estudio que hizo el Centro Médico Beth Israel Deaconess, ubicado en Boston, Massachusetts, en 34 pacientes implementó la realidad virtual con escenarios relajantes para medir su efectividad en la reducción de las dosis de anestesia en un proceso de cirugía.
¿De qué se trata el experimento?
Consistía en separar en dos grupos de 17 pacientes cada uno. En uno de los grupos se usaría la inmersión en realidad virtual mientras los cirujanos hacían un procedimiento, y en el otro no.
En dicho estudio, el paciente pudo elegir qué tipo de escenario de relajación quería ver. Luego, durante el proceso les fueron dados cascos de realidad virtual y audífonos para aislar el ruido.
Si bien ambos grupos de pacientes reportaron haberse sentido relajados durante el procedimiento, a las personas que usaron realidad virtual se les asignó una dosis más baja de anestesia.
En los resultados finales revelaron que del grupo de los 17 que usaron realidad virtual, solo cuatro necesitaron una dosis adicional, mientras que los otros 17, todos necesitaron más anestesia.
Los expertos indican que el proyecto no puede ser utilizado a gran escala, pero que revela una nueva faceta médica de los usos de la realidad virtual, que ya ha sido empleada en el tratamiento de trastornos de salud mental como ansiedad, estrés y desórdenes alimenticios.