Una ofensiva inicial en varios frentes sin conseguir la superioridad aérea, falta de coordinación, el menosprecio de la resistencia ucraniana: la fallida entrada de Rusia a la guerra contra Ucrania hace dos meses, basada en errores de apreciación, dejó sorprendidos a los militares occidentales.
Los expertos coinciden en que el objetivo inicial del presidente ruso Vladimir Putin era decapitar rápidamente al gobierno ucraniano con una guerra relámpago, pero los medios utilizados no estaban calibrados para enfrentar una dura resistencia, que no fue anticipada por los servicios de inteligencia.
“Los dirigentes políticos rusos impusieron al comando militar un escenario absolutamente absurdo, según el cual todo ocurriría como durante la anexión (rusa) de Crimea en 2014″, sostuvo el experto militar ruso Alexandre Khramchikhine.
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“Pretendían que los militares rusos fueran recibidos como libertadores en toda Ucrania, salvo en los territorios occidentales. Es evidente que el comando militar ruso no estaba listo para tal resistencia de parte de los ucranianos”, agregó.
“Los rusos subestimaron completamente la relación de fuerzas”, añadió Vincent Tourret, de la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS).
“La única parte de la operación que fue pensada como una operación de guerra fue el asalto al aeropuerto de Hostomel y el intento de decapitar al gobierno ucraniano. Las demás tropas rusas entraron al país como si fueran a tomar posesión de él, con un número muy elevado de objetivos que los dispersaron completamente sobre el territorio” explicó Tourret.
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El 24 de febrero, Rusia inició la ofensiva sobre tres frentes al mismo tiempo, repartiendo sus 150.000 soldados en el norte hacia la capital Kiev, al este y el sur.
Control aéreo, la clave
Pero las fuerzas rusas se desplazaron sobre el terreno sin haber alcanzado el control aéreo, pese a sus 500 aviones movilizados, un gran error, según todos los especialistas.
“La conquista de la superioridad aérea es la clave de todo lo demás en un conflicto moderno. Tenían que haber derribado los cazas ucranianos, los radares, los sistemas suelo-aire, las pistas de aterrizaje”, sostuvo un piloto francés que pidió el anonimato.
En el terreno, las maniobras terrestres fueron confusas, lo cual revela los fallos de la cadena de mando y las lagunas de formación.
Las unidades de élite se lanzan en paracaídas en el aeropuerto de Hostomel, cerca de Kiev, sin apoyo aéreo, mientras que largas columnas de blindados rusos avanzaban sin cobertura, expuestas a los ataques ucranianos desde el suelo o el aire con la ayuda de drones tácticos turcos Bayraktar.
En dos meses, los rusos perdieron más de 500 tanques y más de 300 vehículos blindados, según el blog especializado Oryx, que registra las pérdidas materiales en Ucrania a partir de fotos o videos recogidos en el campo de batalla.
“Esto no significa el fin de la era de los tanques”, indicó William Alberque, experto militar del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres.
“Los vehículos blindados trabajan bien cuando se combinan con la artillería, la infantería y el apoyo aéreo”, algo que faltó en la primera fase de la guerra en Ucrania, dijo.
Rusos sin precisión
La cadena logística tuvo dificultades para seguir el ritmo. Los numerosos golpes rusos carecieron de precisión: según Washington, solo 50% de los ataques de miles de crucero alcanzaron el blanco previsto.
Por el contrario, “los ucranianos estaban notablemente preparados. Montaron una verdadera operación de distracción” al no intentar defender sus fronteras, al alcance de los disparos de artillería, sino que diluyeron sus recursos terrestres y aéreos en el territorio y se reagruparon en las ciudades para complicar la ofensiva rusa, indicó una fuente militar europea.
Al cabo de un mes, después de fracasar en rodear y tomar Kiev, Moscú decidió cambiar de estrategia y centrarse en la conquista de la región de Donbás, en el este y fronteriza con Rusia.
Desde entonces “vemos una cierta consolidación” de los esfuerzos militares rusos, con “un mando unificado y un objetivo más coherente”, constató Alberque, quien anticipó una dura batalle en un terreno difícil, lleno de ríos y bosques.
“Los ucranianos tienen la ventaja sobre el terreno. Van a librar una batalla de rutas para complicar la maniobra y el abastecimiento rusos”, comentó un alto oficial francés, quien destacó que Kiev enfrenta ahora líneas de abastecimiento muy estiradas, porque las armas suministradas por Estados Unidos y Europa proceden del oeste.