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Tripulantes de la implosión del sumergible Titán ya sabían que iban a morir

Una nueva demanda contra OceanGate, propietaria del sumergible Titán, reveló que los ocupantes sabían que morirían

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Poco más de un año después de la implosión del sumergible Titán, propiedad de OceanGate, la familia de Paul-Henri Nargeolet demandó a esta compañía por 50 millones de dólares por la negligencia que se presentó en este accidente en donde murieron todos su tripulantes.

El sumergible estaba ocupado por cinco personas: Shahzada y Suleman Dawood, padre e hijo de 48 y 19 años; Stockton Rush quien era el fundado de OceanGate; Paul-Henri Nargeolet una eminencia en cuanto a información sobre el Titanic, y Hamish Harding presidente de Action Aviation, una compañía especializada en la compraventa de aviones. La tragedia ocurrió el 18 de junio de 2023.

Dentro del sumergible Titán iban cinco personas.

Nargeolet había bajado 37 veces a las ruinas del Titanic e incluso era conocido por el sobrenombre de ‘Mr Titanic’ por ser una de las personas que más se había interesado por conocer cada detalle del naufragio de esta embarcación, por lo que sus abogados revelaron que el Titán tenía varios inconvenientes y que la compañía propietaria de esta nunca reveló detalles sobre su operación y durabilidad.

Así mismo, en la demanda se anota que el sumergible dejó caer unas pesas después de unos 90 minutos en el fondo del mar y que con esto daba a entender que con esta acción se había abortado la inmersión.

Los abogados expresan que si bien no hay una causa exacta del fallo del Titán, al consultar con varios expertos, todos coincidieron en que los tripulantes se habían dado cuenta de que algo no andaba bien en la operación del sumergible y que iban a morir.

“El sentido común dicta que la tripulación era perfectamente consciente de que iban a morir, antes de morir”, anota el texto de la demanda.

Así mismo, los expertos afirman que es muy posible que los tripulantes habrían empezado a sentir la presión a medida que el sumergible iba descendiendo y que, a pesar de esto, no fueron capaces de ponerle remedio a la situación ni de quejarse para volver a la superficie.

Estos son los cinco pasajeros del sumergible Titán: Arriba, de izquierda a derecha: Hamish Harding y Stockton Rush. Abajo: Paul-Henri Nargeolet, Shahzada Dawood y su hijo, Suleman Dawood. (JOEL SAGET HANDOUT/AFP)

De acuerdo con medios judiciales del condado de King, en Washington, lugar donde se presentó la demanda, OceanGate debe responder en las próximas semanas por los argumentos de estos abogados que afirman que todo lo que prometió el Titán en cuanto a modernidad no existió.

“Muchos de los detalles sobre los defectos y deficiencias del barco no fueron revelados y se ocultaron deliberadamente”, afirmaron los abogados demandantes.

Los juristas también argumentaron que esta demanda se presenta para que esta compañía esclarezca lo que pasó y trate de darle una respuesta clara a la familia de Nargeolet y en general a las de los tripulantes que murieron en la inmersión, porque alguien debe saber con exactitud por qué sucedió esto y debe haber personal involucrado que fue negligente al permitir que se realizara la inmersión sin estar conscientes de su seguridad.

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