El ajonjolí o semillas de sésamo son elementos característicos de la gastronomía asiática y africana. Su popularidad creció y los beneficios que ofrece para la salud son una de las razones de su creciente boom. Está conformado por fibras, almidones complejos y agua.
Su ingesta frecuente puede ayudarlo para absorber ciertos nutrientes y obtener los beneficios que estos dejan a su salud.
En el mercado se puede encontrarlo como semilla o en aceite de ajonjolí. Este último es muy utilizado en la comida asiática como arroces, salteados, entre otras preparaciones y que tienen un sabor característico. Este aceite también se puede utilizar para preparar aderezos de ensaladas, para marinar, freír e incluso para darle un toque a los platos listos como sopas, noodles y arroz.
Estas semillas son ricas en grasas saludables y ácidos grasos poliinsaturados como el linoleico y oleico. Según la Fundación Española de la Nutrición, estas grasas ayudan a mejorar el funcionamiento del corazón y el sistema circulatorio.
El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos también anota que el ajonjolí es una muy buena fuente de proteínas, fibra dietética, calcio, hierro, magnesio y zinc, componentes vitales para la salud ósea, sistema inmunológico y una adecuada función muscular. Es rico en ácidos grasos como el omega 6 y omega 9.
A esto se le suma que ayudan a disminuir el colesterol malo o LDL, limpian el sistema digestivo y mejoran su movimiento. De acuerdo con un artículo del Gobierno de México sobre estas semillas, a estas también se les atribuye un aumento del deseo sexual gracias al nivel de estrógenos que aporta y a su efecto energizante.
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Estas propiedades no se pierden en sus diversas presentaciones, por lo que, al consumir el aceite, también puede obtenerlas.