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Talibanes ordenan a vendedores de ropa cortar la cabeza de los maniquíes

Algunos optaron por tapárselas, pero los talibanes advierten: “el ángel de Alá no entrará en la tienda o en su casa para bendecirlos”.

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Algunos comerciantes taparon las figuras, pero para los talibanes eso no vale. AFP (-/AFP)

Los talibanes les ordenaron a los vendedores de ropa de Herat, en el oeste de Afganistán, decapitar a los maniquíes de sus tiendas por considerar que su exposición es contraria a la ley islámica.

La orden se suma a una serie de medidas de los talibanes para imponer su visión estricta del islam, que limita las libertades públicas, sobre todo a las mujeres y las niñas.

“Hemos pedido a los comerciantes que corten la cabeza de los maniquíes, porque va contra la ‘sharía’”, confirmó Aziz Rahman, jefe del servicio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio en Herat, de unos 600.000 habitantes y tercera gran ciudad del país.

Algunos comerciantes trataron de saltarse la orden tapando la cabeza de los maniquíes, pero esa medida no contentó a los talibanes.

Los talibanes entraron a una tienda con sierras y decapitaron maniquíes. AFP (-/AFP)

“Si se limitan a cubrir la cabeza, o esconden el maniquí, el ángel de Alá no entrará en la tienda o en su casa para bendecirlos”, afirmó Aziz Rahman.

A la brava

Desde el martes, circula en las redes sociales un video en el que se ve a hombres cortando con sierras las cabezas de maniquíes femeninos de plástico.

Varios comerciantes de Herat expresaron su descontento. “Como pueden ver, cortamos las cabezas de los maniquíes en la tienda”, lamenta Basheer Ahmed, quejándose de que cada uno de sus maniquíes le costó 5.000 afganis (unos 30.000 colones).

“Cuando no hay modelo, ¿cómo esperas vender tus productos?”, se preguntó.

Taparlos con trapos no es algo que haya dejado satisfechos a los talibanes. AFP (-/AFP)

Por el momento, los talibanes no han emitido ninguna orden a nivel nacional sobre estas figuras de plástico, que no tienen cabida en su estricta interpretación de la ley islámica, puesto que esta prohíbe las representaciones humanas.

Durante su primer régimen al frente del país, en los años 1990, los talibanes destruyeron varias estatuas históricas de budas, una acción que causó indignación en el mundo.

Los comerciantes se han quejado de que así no van a vender mucho. AFP (-/AFP)

Desde que volvieron al poder, el año pasado, los islamistas prometen ser más moderados, para intentar cambiar su imagen internacional y recibir ayuda humanitaria.

Pero lo cierto es que han impuesto nuevas restricciones, especialmente contra las mujeres y las niñas.

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