Olivia Maunder, de Inglaterra, llevaba una vida común y corriente hasta que recibió un diagnóstico que cambió drásticamente su rutina.
La joven se hizo un chequeo de salud tras sentir dolores en su cuerpo, pero a raíz de una negligencia médica se enteró demasiado tarde que tenía sarcoma de Ewing, un tipo raro de cáncer que afecta a los huesos y el tejido circundante. Si bien la noticia la devastó por completo, no fue un obstáculo para disfrutar de sus seres queridos del tiempo que le quedaba y demostró ser un claro ejemplo de valentía.
Según dijo la adolescente de 15 años en declaraciones al medio Daily Mail, los profesionales del Frimley Park Hospital, en Camberley, Surrey, le hicieron una resonancia magnética en marzo de 2021 y nunca se percataron del tumor ubicado en su pelvis. En principio, le mencionaron que poseía síntomas relacionados al síndrome de dolor regional complejo, una afección causada por una reacción anormal del cuerpo a una lesión. Sin embargo, estaban equivocados.
Maunder continuó su día a día con fuertes dolores durante los siguientes tres meses y, tras agonizar por todo ese tiempo, fue llevada de urgencias al mismo lugar. “El personal me ofreció poca ayuda y en un momento me dijeron que me calmara. Incluso me dijeron que estaba reflejando el dolor de mi madre porque había tenido problemas de espalda. No estaba siendo tratada en absoluto, solo existía con dolor”, explicó.
Su madre, Carol Rolfe, le dijo al mismo medio que no podían creer las faltas de respeto por parte de las autoridades del establecimiento. “Les dijimos a los médicos muchas veces cuánto dolor tenía. Ella estaba gritando de dolor, pero nos preguntaron: ‘¿Has probado una aplicación de atención plena?’. Y me dijeron que era estrés. Querían que se callara y no molestara a los demás”, aseguró.
Si bien Olivia encontró alivio cuando recibió el diagnóstico erróneo, se sintió frustrada al percatarse que no le habían recetado ningún medicamento para calmar las dolencias. “Sabía que tenía dolor y que esto no estaba en mi cabeza”, manifestó.
Finalmente, una segunda resonancia magnética, que se llevó a cabo después de que Carol hablara con un experto sobre la afección, descubrió el tumor. Sin embargo, había crecido tanto que la joven ya no podía pasar por una cirugía. Por ese motivo, pasó meses de quimioterapia y radioterapia, hasta que volvió a retomar sus estudios en abril de 2022. A pesar de los esfuerzos para mejorar la condición, no obtuvo noticias favorables y su salud se deterioró. Recientemente, recibió el impacto de otra información: le comunicaron que le quedan pocos meses de vida.
“Cuando los médicos dijeron que habían encontrado un tumor en mi pelvis, se sintió como una experiencia extracorpórea. Estaba en shock. Después estaba extremadamente enojada… Me dijeron que tenía un tumor y tres meses antes me decían que había inventando todo“, remarcó.
A raíz de lo sucedido, la familia le inició un juicio al Frimley Park Hospital Trust y sus defensores son abogados de la firma Devonshires Claims. “Olivia es una de las jóvenes más valientes que conocí y su historia es una de las más trágicas… esto es inaceptable y creo que esos el responsable debe rendir cuentas”, sostuvo al medio Jeanette Van-Cauter, especialista en negligencia médica que formará parte de la defensa.
Por su parte, el director médico del establecimiento, el Doctor Timothy Ho, mencionó: “Lamentamos mucho la considerable angustia causada por el retraso en el diagnóstico del cáncer de Olivia y nos hemos reunido con ella y su familia para compartir los resultados de nuestra exhaustiva investigación. Estamos comprometidos a aprender de la investigación y mejorar los servicios”.