Las propiedades abandonadas se convirtieron en el lugar favorito de los exploradores en busca de aventuras.
Esta fue la idea de dos jóvenes de 20 años, de Edimburgo, Escocia que eligieron visitar un espeluznante edificio y vivieron una experiencia paranormal.
En el 2020, Jamie Osborne y Michael Cosgrove ingresaron al Hospital Rosslynlee, abandonado hace más de una década. La historia del lugar se remonta a 1874, cuando fue construido e inaugurado bajo el nombre de Midlothian and Peebles Asylum.
Tenía capacidad para albergar 500 pacientes psiquiátricos. Sin embargo, con el correr de los años llegó el deterioro y para 1980 el espacio se volvió deplorable.
Si bien se presentaron proyectos para remodelarlo y ser utilizado como un lugar de residencia, por el momento no se aprobaron las obras. Actualmente, sus instalaciones conservan elementos utilizados durante los internamientos, lo que genera un ambiente muy tenebroso.
Lejos de querer realizar algún hallazgo, los dos jóvenes se propusieron recorrer algunas salas que se conservan con algunos elementos que utilizaban cuando el hospital estaba en funcionamiento.
Mientras caminaban por el sitio, detectaron que el frío en el interior era mayor al que se sentía fuera. “Podíamos ver nuestro aliento a pesar de que era pleno verano”, explicó Jamie Osborne en declaraciones a Daily Record.
Pero ese aspecto no fue lo único que los alertó. Las paredes fueron su foco de observación ya que estaban descascaradas y con muchos grafitis. Entre el pánico y la adrenalina, avanzaron y encontraron maquinaria utilizada por médicos años atrás y una silla de ruedas que se robó su atención.
Los amigos creyeron que la silla en cuestión era un buen elemento para sacarse una foto en medio de su aventura. Tras posar ante la cámara y obtener la imagen, de inmediato notaron que en donde aparecía Michael sentado hay detrás figura blanquecina que se inclina hacia él.
Lo que se distingue pareciera ser una figura humana, pero a través de ella se puede observar el resto de la habitación. Esta transparencia coincide con las características que popularmente se le adjudica a un fantasma. Los jóvenes contaron que no sintieron dicha presencia sino que se percataron de esto al momento de ver la foto.
“Después de un examen más detallado, ahora parece algo mucho más alto que se inclina sobre la silla y mira hacia la cámara”, relató Jamie. Fue en ese momento que el asombro y miedo los invadió por lo que decidieron irse del lugar y no volver.
Actualmente, el Hospital Rosslynlee se encuentra monitoreado ya que su estructura puede ser un peligro para quienes la frecuentan por el estado en que se encuentra.