El libro de memorias del príncipe Enrique, cuyos pasajes más explosivos contra la familia real británica ya han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación, salió a la venta a nivel mundial este martes.
En Reino Unido, los primeros ejemplares del libro se vendieron poco después de la medianoche en algunas librerías que abrieron especialmente para la ocasión. Algunos establecimientos lo venden a mitad de precio (14 libras esterlinas o unos 10 mil colones, en lugar de 28 libras).
En la librería WS Smith, de la estación de trenes londinense Victoria, los ejemplares de “Spare” (“En la sombra”) fueron desembalados a medianoche en punto, bajo cámaras de televisión.
Chris Imafidon, que trabaja en el sector de la educación, era el primero en la fila. “Quiero entender su perspectiva”, dijo antes de marcharse con tres ejemplares bajo el brazo.
Sasha Pursell, una camarera de 27 años, que logró “evitar” las filtraciones sobre el contenido del libro de los últimos días, explicó que quería leer las memorias de Enrique con “una mirada fresca” para hacerse su “propia opinión”.
“Es una parte de la historia, muy intrigada” por conocer la infancia del hijo menor de Carlos III y de la fallecida princesa Diana.
Sarah Nakana, una experta en bienes raíces de 46 años, quiere conocer la historia con sus “propias palabras” y culpó a la prensa de “radicalizar” a los británicos contra el príncipe.
Crisis
El lanzamiento de la explosiva autobiografía, traducida en 15 idiomas, estaba prevista para este martes, pero una gran parte del contenido se filtró cuando fue puesta a la venta por error de forma anticipada en España.
Las profundas divisiones en la familia real británica son expuestas en el libro, lo que ha sumido a la histórica institución en una profunda crisis, apenas cuatro meses después de la muerte de la popular reina Isabel II.
Guillermo, el heredero al trono, su “amado hermano y enemigo jurado”, es su principal objetivo. El rey Carlos III, jefe de Estado de 15 países que será coronado el 6 de mayo, tampoco se salva.
Además sufren ataques Catalina, la esposa de Guillermo, y Camila, la reina consorte.
“Después de 38 años en los que mi historia ha sido contada por tanta gente con distorsiones y manipulaciones intencionadas, me pareció que era el momento adecuado para reapropiarme mi historia”, explicó Enrique en una entrevista con la cadena británica ITV.
Pero nada “se hizo con la intención de herir o perjudicar” a su padre Carlos III, a su hermano Guillermo o a su familia, aseguró, mostrando su voluntad de reconciliación.
El Palacio de Buckingham no ha respondido a las declaraciones del príncipe. El Sunday Times citó a personas cercanas al príncipe Guillermo que afirman que está “triste” y “ardiendo por dentro”, pero que “guardará silencio por el bien de su familia y del país”.
Durante la entrevista con ITV, Enrique negó haber acusado a la familia real de racismo cuando en marzo de 2021 declaró a la televisión estadounidense que uno de sus miembros mostró preocupación por el color de piel que tendrían sus hijos con su esposa, la exactriz mestiza Meghan Markle.
Para el medio sensacionalista The Sun, son unas declaraciones “extrañas”, que marcan “un giro respecto a anteriores declaraciones incendiarias”.
Por su parte, los diarios conservadores The Daily Telegraph y The Times las consideraron “una rama de olivo” tendida a su familia para propiciar la paz.
Sin embargo, según la prensa, el daño ya está hecho.
Impopularidad récord
En su libro, Enrique relata una disputa en 2019 en Londres durante la cual Guillermo, ahora de 40 años, tildó a la exactriz estadounidense Meghan Markle, con la que su hermano se había casado un año antes, de “difícil, grosera y áspera”.
Afirma que este lo zarandeó y lo tiró al suelo y esperaba que le devolviese el golpe y entablar una pelea.
Otros detalles sórdidos incluyen cómo perdió la virginidad con una “dama mayor” detrás de un pub, su consumo de cocaína siendo adolescente, las 25 personas que mató durante sus misiones militares en Afganistán o la mujer, a la que se abstiene de llamar “medium”, que le permitió contactar con su difunta madre.
Pese a la amplia promoción hecha en los días previos a su difusión, la entrevista con ITV solo fue vista por 4,1 millones de telespectadores.
Los británicos podrían mostrar así su hastío ante las revelaciones de Enrique y su esposa Meghan Markle, omnipresentes en los medios desde hace semanas.
Según un sondeo de YouGov, un 64% de británicos tiene una imagen negativa del hijo menor del rey Carlos III.