El nombre que le pusieron oficialmente es “inflatable bay breeze boat party island”, pero la creatividad de la gente le encontró uno más corto: “el yate de los pobres”.
Es un barco de inflar que pretende ser una alternativa para quienes (todavía) no tienen la plata suficiente para comprarse un yate de verdad como esos que usan los millonarios para viajar en el mar.
Se consigue en plataformas de ventas digitales como eBay o Amazon. ¿El precio? Cerca de ¢214.000 (más los gastos de envío). Muchísimo menos que un yate real.
Le caben hasta seis personas, mide seis metros de largo y tres metros de ancho.
Hay un pero y es que no cuenta con motor ni remos pero –esto es muy importante y compensa la falta de motor– tiene ocho portavasos, un enfriador de bebidas y una piscinita pequeña adentro.
Se infla en solo 20 minutos por medio de una bomba eléctrica y cuando se desinfla cabe perfectamente en una caja que se puede meter en la cajuela. Transportarlo no puede ser más fácil.