Wilson fue el peludito que se encargó de encontrar a los cuatro niños perdidos en la selva colombiana, pero lamentablemente el perro se perdió cumpliendo su labor.
Desafortunadamente, este lunes el Ejército de Colombia reconoció que es “improbable” encontrar al pastor belga que ayudó a localizar a Lesly, Soleiny, Cristin Neryman y Tien Noriel, los cuatro niños que estuvieron perdidos por 40 días en la selva amazónica.
Según el relato de los niños, el peludo estuvo con ellos antes de que fueran encontrados por el Ejército y los indígenas que participaron en la búsqueda. Según el medio español, El País, a Wilson se le ha seguido el rastro sin éxito desde el 9 de junio pasado, cuando fueron encontrados los pequeños.
La resignación del Ejército ha sido transmitida por el general Pedro Sánchez, comandante de las Fuerzas Especiales y líder de la búsqueda de los niños en la selva.
El lunes pasado se hizo un homenaje a los militares e indígenas que participaron en la Operación Esperanza, en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, en Bogotá.
“Wilson es un comando de nosotros. Hemos hecho absolutamente todo lo que está a nuestro alcance, no hemos escatimado esfuerzos por encontrarlo, pero somos conscientes de que prácticamente es improbable que lo podamos encontrar”, dijo Sánchez.
En el mismo homenaje se condecoró simbólicamente a Drugia, la madre de Wilson.
Además, Sánchez reconoció la importancia del animal para la institución y lamentó su pérdida como la de cualquier miembro de la fuerza.
“Wilson será recordado en nuestros corazones y en el alma de este pueblo colombiano como lo haremos con los otros caninos y con nuestros soldados y policías que han ofrecido su vida”, añadió.
El 8 de junio, antes de conocerse el éxito de la Operación Esperanza, el Ejército informó la desaparición del animal.
Según el medio El País, una de las teorías que se maneja es que se desorientó debido a las condiciones hostiles de la zona.
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Más de 70 miembros del Ejército participaron el la búsqueda de Wilson, sumado a esto utilizaron varias estrategias para dar con su paradero, se pusieron dos hembras en celo con el fin de atraerlo, colocaron comida en puntos estratégicos para que que el animal se pudiera alimentar. Según el relato de los pequeños, Wilson ya estaba demacrado cuando se encontraron con él.