Mientras en Tiquicia estábamos como locos porque después de 8 años nos hicieron el puente de la platina, en China construyeron el puente marítimo más largo del mundo, el cual mide 55 km (no 200 metros) y consumió más de un millón de metros cúbicos de cemento y es capaz de resistir un sismo de magnitud 8.
Para que se dé una idea, la distancia de ese puentote es como que en Costa Rica hiciéramos uno desde San José y hasta Orotina, en Alajuela (56.7 kilómetros). La obra constituye el conjunto de puentes marítimos y túneles más largo del mundo.
Según los medios chinos, la construcción consumió 420.000 toneladas de de acero -una cantidad que permitiría fabricar 60 réplicas de la Torre Eiffel- y 1,08 millones de metros cúbicos de cemento.
Está pensado para durar 120 años y para soportar ráfagas de viento de hasta 340 kilómetros, en una región donde los tifones son frecuentes.
La estructura ondula para no perturbar el tráfico marítimo, muy intenso en este estuario que tiene algunos de los puertos más activos del planeta.
Desde el oeste, el puente sale de Zhuhai, una ciudad de la provincia de Guangdong, y tiene conexión con Macao antes de cruzar el estuario.
La sección principal del puente tiene 29,6 km y tiene tres partes con tirantes que elevan la estructura para permitir el paso de barcos.
Luego la carretera entra en un túnel de 6,7 kilómetros cuya entrada y salida están en islas artificiales.
Pasado el túnel, la carretera sube de nuevo hacia un puente que llega hasta la isla hongkonesa de Lantau y la gigantesca isla artificial donde se construyó el aeropuerto internacional de esta excolonia británica.
Hasta ahora, los habitantes de Hong Kong, Macao y Zhuhai, viajaban en barco entre estas tres ciudades. Entre Hong Kong y Macao existen más de 150 conexiones diarias.
Los ingenieros del puerto aseguran que la obra permitirá reducir considerablemente el tiempo del trayecto entre Hong Kong y Zhuhai de cuatro horas a 45 minutos.
Si embargo no todos los automovilistas podrán usar este puente porque se necesitará un permiso especial con condiciones estrictas.
Los que no obtengan el permiso podrán ir en los autobuses de las compañías autorizadas. Para ello habrá que ir en transporte público hasta el principio del puente.
El puente ha sido muy criticado, sobre todo en Hong Kong, por las polémicas que acompañaron su construcción, que empezó en 2009, incluyendo retrasos y un presupuesto mucho mayor que el previsto inicialmente.
Desde 2011, nueve obreros murieron en las obras, según las autoridades de Hong Kong. Además tres técnicos fueron encarcelados por falsificar las pruebas de resistencia del cemento que se utilizó en la construcción.
Pero los medios de Hong Kong aseguran que las muertes son mucho más numerosas y afirman que fallecieron al menos otros nueve obreros venidos de China continental.
Por su parte varias asociaciones ecologícas denuncian el impacto de la obra para los delfines blancos, una especie que ya está muy amenazada.
China es uno de los países del mundo que más
vigila a sus ciudadanos con cámaras y el puente no será una excepción.
Según la prensa de Hong Kong, hay cámaras especiales para detectar los posibles bostezos de los conductores de autobús y su frecuencia. También se controlará su presión arterial.
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Teniendo en cuenta que en China continental se conduce por el carril de la derecha y en Hong Kong (antigua colonia británica) por el de la izquierda, el puente tiene vías especiales para cambiar de lado.