Quienes mataron el martes por la noche al presidente de Haití, Jovenel Moïse, eran mercenarios “profesionales”, afirma sin dudas Bocchit Edmond, el embajador haitiano en Washington.
Los asesinos se presentaron en la casa particular del mandatario como agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA), pero su comportamiento no era el de miembros de esa agencia estadounidense, añadió Edmond.
Una vez adentro abrieron fuego.
Martine Moïse, esposa del presidente, resultó herida de gravedad. Los hijos de la pareja resultaron ilesos. La primera dama fue llevada a Miami, donde iba a recibir tratamiento.
“Fue un ataque bien planificado”, agregó Edmond. Luego se informó que hablaban inglés y español.
El embajador explicó que se estaba realizando una investigación sobre el paradero, las motivaciones y los orígenes de los asesinos.
Añadió que era muy posible que hubieran abandonado el país, probablemente hacia la vecina República Dominicana.
El primer ministro, Claude Joseph, quien dijo estar a cargo del país, declaró el estado de sitio, una decisión con la que se dan mayores poderes al Ejecutivo; además hizo un llamado a la calma mientras aseguraba que la policía y el ejército se encargarían de garantizar la seguridad de la población.
Moïse había gobernado por decreto Haití, el país más pobre del continente americano, después de que las elecciones legislativas previstas para 2018 se retrasaran.
Además de la crisis política, en los últimos meses subieron los secuestros para pedir rescate, un reflejo de la creciente influencia de las bandas armadas en el país.
Haití también convive con la pobreza crónica y recurrentes desastres naturales. Aún no se supera del terremoto que en 2010 dejó más de 250.000 muertos y el azote del huracán Matthew, que en 2017 dejó daños por $2700 millones.
El presidente Moïse estaba en el ojo de otra tormenta, esta vez política. Una gran parte de la sociedad consideraba su mandato ilegítimo.
Cuando se conoció el asesinato no tardaron las reacciones.
La Casa Blanca calificó de “horrible” el asesinato del presidente y dijo que Estados Unidos estaba dispuesto a ayudar en la investigación.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo estar conmocionado por este “acto odioso”.
En Costa Rica, el presidente de la República, Carlos Alvarado, se manifestó.
“Condeno el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, y el ataque a la primera dama Martine Moïse. Ninguna situación política justifica actos criminales de violencia. Solidaridad a su familia y al pueblo haitiano. Que prevalezcan la estabilidad, institucionalidad y diálogo”, escribió en sus redes sociales.
Desde la ONU, el Consejo de Seguridad dijo estar "profundamente consternado" y adelantó que convocará una reunión de emergencia para tratar la situación.
Muchas crisis
Moïse, un exempresario que levantó varios negocios en el norte del país, de donde es originario, llegó a la escena política haitiana en 2017 con un mensaje de reconstrucción.
Hizo campaña con promesas populistas, algo que mantuvo incluso después de ser elegido en febrero de 2017.
La duración de su periodo en el poder se convirtió en una fuente de enfrentamiento. Moïse sostenía que su mandato duraba hasta el 7 de febrero de 2022, pero otros afirmaban que terminaba el 7 de febrero de 2021.
El desacuerdo se debe a que Moïse fue elegido en una votación anulada luego por fraude. Un año después volvió a ganar las elecciones. Sin parlamento, la crisis del país empeoró en 2020 y llevó al mandatario a gobernar por decreto, lo que avivó la desconfianza hacia él.
Moïse había sido acusado de no hacer nada ante las múltiples crisis que afectan al país.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos y Europa han pedido que se celebren elecciones legislativas y presidenciales libres y transparentes para finales de 2021.
Cierre de fronteras
El gobierno de República Dominicana ordenó el “cierre inmediato” de su frontera con Haití después del asesinato.
El presidente dominicano, Luis Abinader, llamó de urgencia a los mandos militares para analizar la situación, según la prensa local.