A lo largo de su carrera, Edson Arantes do Nascimento marcó 1.282 goles, ganó tres mundiales y se convirtió, para muchos, en el mejor jugador de todos los tiempos.
Eso, en la fórmula más simple, daría a entender que debió ser millonario. Sin embargo, la realidad no fue así. En los tiempos del ‘Rey’, el fútbol estaba lejos de mover todo el dinero que concentra hoy en día. Por eso, aunque era conocido como el mejor, su salario no representaría ni la mitad de los valores astronómicos que se manejan en la actualidad.
Según la revista especializada Forbes, en 1961, se reveló cuánto ganaba el brasileño, gracias al trabajo de investigación de los periódicos de la época. Conforme reporta el medio en mención, Pelé devenía como salario cerca de dos millones de cruzeiros (la moneda de Brasil para entonces), lo que, según los especialistas, correspondería hoy a setenta mil reales (moneda actual), algo así como 13.240.77 dólares.
La llegada al Cosmos
Sin embargo, en el apogeo de su carrera, en la década de los sesenta, el salario de Pelé variaba y podía llegar hasta 100.000 reales, a la luz de la moneda de hoy, reseña O Globo, de Brasil.
Cuando se fue al Cosmos de Nueva York, en 1975, se anunció que Pelé había firmado un contrato que le reportaba 2,5 millones de dólares al año. En valores actualizados, destaca O Globo, “por la inflación de los Estados Unidos, esto equivaldría hoy a 10,9 millones de dólares”.
Según la revista Forbes, basada en los análisis de varios expertos financieros, quienes contemplaron variables como el valor de marca e impacto mediático, Pelé, si hoy jugara en Europa, recibiría alrededor de 223 millones de dólares al año. El valor de la cláusula de rescisión para tal jugador sería de un valor de 300 millones de dólares, según estiman.
Bajo esa lógica, basado en los cálculos de dicha revista, Pelé sería el jugador mejor pagado del mundo, seguido por 126 millones de dólares que estimaba Forbes que ganaba Lionel Messi a la hora de los cálculos.
Una de las grandes preguntas fue cuánto dinero ganó Pelé en su carrera como futbolista, empresario e inversionista. Según medios especializados, el brasileño amasó una fortuna cercana a los 100 millones de dólares.
El exjugador incursionó en el negocio de bienes raíces. En 2018, por caso, se informó que el ex número 10 había vendido la casa que tenía en los Hamptons, Estados Unidos, por 2,85 millones de dólares, la cual había sido comprada por 156.000 dólares en 1979.