Un novedoso caso de régimen de visitas compartidas y tenencia de dos perros dictó la justicia Argentina por acuerdo de un hombre y una mujer divorciados, a semejanza de las regulaciones que se establecen para los hijos.
Un juzgado de familia de San Isidro, municipio al norte de Buenos Aires, homologó el entendimiento para compartir a los canes Kiara (9 años) y Popeye (6), alcanzado por Amorina Abascoy (47) y su exmarido, Emmanuel Medina (42).
Amorina se quedó con Popeye y Emmanuel con Kiara, pero a veces se intercambian el lugar de residencia. Los cuatro se ven regularmente juntos, además, en una playa de la localidad, a orillas del Río de la Plata.
El fallo judicial tiene un valor de jurisprudencia cuando en el país no hay un ordenamiento legal claro que oriente los casos de ‘familia multiespecie’ formada por humanos y animales.
“No hay problemas en que nos encontremos los cuatro, aunque estemos separados”, dijo Abascoy.
La pareja, que no tuvo hijos, estuvo casada durante 15 años.
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El único litigio pendiente entre ellos es que el hombre suele darle de comer empanadas a Kiara y la mujer no comparte la idea y suministra a Popeye alimento balanceado.
El abogado de ambos, Brian Knobel, ha declarado a la prensa que Abascoy y Medina creen que los perros deben ser considerados “personas no humanas con sentimientos”.
En 2015, la justicia argentina consideró “sujeto no humano titular de derechos fundamentales” a la orangutana Sandra, cautiva en un zoológico de Buenos Aires donde se encontraba sola y desde el cual fue trasladada posteriormente a un santuario en Estados Unidos.