Tres niños albinos africanos se salvaron de morir de la peor forma.
En el noroeste de Mozambique (África), la policía detuvo al papá de los menores de edad por intentar venderlos y a sabiendas de que los cuerpos de los pequeños serían usados en prácticas de brujería.
La policía de la región de Tete detuvo al padre y a un tío de los tres menores el fin de semana pasado después de una denuncia anónima.
Los tres menores iban a ser vendidos en Malawi por una cantidad cercana a los 39.000 dólares (unos 26 millones de colones), explicó en una rueda de prensa el vocero local de la policía, Feliciano da Câmara.
Estaban encerrados
Alertados por una llamada anónima, “nos pusimos a investigar y fue posible salvar a los tres menores, con edades que van de los 9 a los 16 años, y que estaban cautivos”, añadió da Câmara.
Las autoridades informaron que tanto el padre como el tío rechazaron estar metidos en un plan de tráfico de personas.
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En el sur de África, los albinos sufren discriminación y ataques. Y se usan partes de su cuerpo en rituales de brujería porque muchos creen que así pueden conseguir salud y éxito.
En otros países creen que su color se debe a que están embrujados y que eso puede afectar a un poblado entero, así que los persiguen y los matan.
El albinismo es una enfermedad genética caracterizada por una ausencia total o parcial de pigmentos en la piel, el pelo y los ojos.
“En Malawi, los albinos son víctimas de secuestros, asesinatos o mutilaciones ya que hay la creencia generalizada de que ciertas partes de su cuerpo pueden traer riqueza o buena suerte”, informa las Naciones Unidas, que mantiene una campaña para sensibilizar sobre el albinismo y exige terminar con todo tipo de ataques a quienes tienen esa condición.