El papa Francisco ya no se encuentra en estado “crítico”, pero sigue con “pronóstico reservado”, confirmó este viernes una fuente vaticana, cuando se cumplen dos semanas de su hospitalización por una doble neumonía.
“El cuadro sigue siendo complejo. Ya no está en estado crítico, pero el pronóstico sigue siendo reservado”, detalló esta fuente, precisando que “continúa con su tratamiento y la fisioterapia respiratoria”.
El líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía.
Pero todas las alarmas saltaron el pasado fin de semana, cuando el pontífice argentino de 88 años sufrió un fuerte ataque de asma y necesitó incluso una transfusión de sangre.
Su estado era “crítico, pero estable” el martes por la noche, pero, desde entonces, los partes médicos diarios del Vaticano informan de “leves mejorías”.
El último difundido el jueves por la noche aseguraba que su salud seguía “mejorando”, pero que “dada la complejidad del cuadro clínico”, se requerían “más días de estabilidad” antes de modificar su pronóstico.
Según Niccolò Marchionni, presidente de la Sociedad Italiana de Cardiología Geriátrica citado por el diario La Repubblica, esto podría llegar “en una semana, aproximadamente”.
Aunque el “pronóstico reservado” se aplica especialmente a los casos más graves, los médicos también lo usan en casos en los que no pueden determinar un pronóstico exacto ante la imprevisible evolución del estado del paciente.
Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron su salud en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.
“¡Fuerza, Santo Padre!”
Desde su ingreso en Gemelli, Jorge Bergoglio, que en los últimos tiempos descartó la idea de dimitir, ha recibido mensajes de apoyo desde todo el mundo.
Durante un evento católico en Washington, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, rezó este viernes por la salud del “santo padre, un gran pastor”.
Después de hacerlo en el Obelisco de Buenos Aires el sábado, la imagen del primer papa latinoamericano se proyectó incluso el jueves por la noche sobre la icónica estatua del Cristo Redentor de Rio de Janeiro, junto al mensaje “¡Fuerza, santo padre!”.
En paralelo al maratón de rosarios en la plaza vaticana de San Pedro, que este viernes dirigirá el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, el papa pudo retomar el lunes su trabajo desde el hospital.
Pero a diferencia de su hospitalización en julio de 2021, cuando salió a un balcón del hospital Gemelli para pronunciar el tradicional Ángelus días después de su ingreso, todavía no ha hecho ninguna aparición pública.
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La incógnita es cuándo aparecerá. Por el momento, se desconoce si lo hará este domingo desde el balcón del hospital, tras ausentarse de los dos Ángelus precedentes.
Francisco ya anuló su audiencia prevista el sábado con motivo del Jubileo y tampoco participará en la misa con motivo del Miércoles de Ceniza, el 5 de marzo, que presidirá el cardenal Angelo de Donatis.
Esta información indica que su hospitalización podría prolongarse todavía. Según el diario Il Messaggero, “el Vaticano se prepara para gestionar una larga ausencia” del soberano pontífice.
Pero en pleno “Año Santo” católico, celebrado habitualmente cada cuarto de siglo y que atrae a millones de peregrinos a Roma, muchos fieles no dudan en desplazarse hasta las puertas del hospital para acercarse a su líder espiritual.
“Quisiéramos poder entrar todos a besarle los pies al papa, pero representa muchísimo estar aquí aunque sea”, aseguró Flor Mercado García, una mujer de 66 años, que acudió a Gemelli junto a un grupo de peregrinos mexicanos.