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Papa Francisco defiende a las suegras, pero les hace una advertencia: “Tengan cuidado al expresarse”

El papa Francisco cree que las suegras son víctimas de “clichés” triviales

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El papa Francisco le entró a un histórico conflicto en su audiencia de este miércoles, cuando defendió a las suegras, a las que definió como víctimas de “clichés” triviales, aunque de paso las invitó a “prestar atención a su lenguaje” en la relación con sus nueras y yernos.

El papa pidió que, en vez de alejarlas, las personas cuiden sus relaciones con sus suegras. AFP (TIZIANA FABI/AFP)

Durante su audiencia general en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, dedicada a la relación entre generaciones, el pontífice hizo una larga discusión sobre “el personaje mítico” de la suegra.

“Yo no diría que a las suegras se las ve como si fueran el diablo, pero es cierto que se les trata peyorativamente. Pero la suegra es la madre de tu marido y la madre de tu mujer”, recalcó.

“Decimos que la suegra, cuanto más lejos esté, mejor. Pero no, es madre, es una anciana. Una de las cosas más bonitas para una mujer es tener nietos. Cuando los hijos tienen niños, ella vuelve a vivir”, continuó el papa argentino, de 85 años.

Jorge Bergoglio también hizo advertencia a las nueras. “Cuiden sus relaciones con sus suegras. A veces son un poco especiales, pero han dado nacimiento a su cónyuge”, comentó.

Y, finalmente, el pontífice les hizo esta advertencia a las suegras: “Tengan cuidado al expresarse. Las desviaciones del lenguaje son uno de los pecados más feos de las suegras”.

En esta ocasión, el papa pidió perdón por haber presidido la audiencia general sentado, por hallarse muy debilitado por los dolores de rodilla que le obligaron a cancelar recientemente varias citas.

Imágenes como estas, que describen de mala manera a las suegras, es lo que el papa pide evitar.

“Les pido perdón porque los voy a saludar sentado”, dijo al final de la audiencia.

“Esta rodilla tarda en sanar y no puedo quedarme de pie por mucho tiempo. Me disculpo, gracias”, agregó entre aplausos.

El papa argentino, que en marzo inició su décimo año de pontificado, sufre un dolor agudo en la rodilla derecha, que le ha impedido recientemente participar en determinados actos.

El papa dijo la semana pasada al diario argentino La Nación que trataba su dolor, debido a la ruptura de un ligamento, con hielo y analgésicos.

Comentó que le dijeron que el problema pasaría con el tiempo, pero que el proceso de recuperación “es lento a esta edad”.

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