Tegucigalpa - Simpatizantes de la oposición izquierdista bloquearon este viernes las calles en varias ciudades de Honduras, enfrentando la represión policial, para reclamar el “triunfo” de su candidato Salvador Nasralla en las elecciones del 26 de noviembre.
Las movilizaciones finalizaron la noche de este viernes con una marcha de unos miembros del movimiento “Indignados” frente a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.
En la capital, los simpatizantes de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, de Nasralla, colocaron barreras de rocas, prendieron fuego a neumáticos y pusieron palos en las vías, y luego se movieron a otras zonas para evadir a los uniformados.
Policías y militares apagaban las hogueras y apartaban las barricadas para habilitar el paso de vehículos, observaron periodistas de la AFP.
Casi tres semanas después de los comicios, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ha proclamado a un ganador, aunque el resultado final da una leve ventaja al presidente Juan Orlando Hernández, de 49 años, aspirante a la reelección por el Partido Nacional (PN, derecha).
La alianza opositora, comandada por el expresidente Manuel Zelaya, depuesto en 2009, convocó a las protestas en todo el país para denunciar el “fraude” en las elecciones y reclamar que Nasralla, un presentador de televisión de 64 años, sea declarado presidente.
En la salida norte de la capital, quemaron un camión del ejército, mientras los militares lanzaban bombas lacrimógenas a los manifestantes y en Ocotepeque, noroeste, incendiaron la sede policial.
La alianza dio una lista de un centenar de lugares donde se llevaron a cabo los bloqueos en todo el país.
El gobierno aseguró en una declaración que “miembros de maras y pandillas participaron en las tomas de calles (...) atendiendo órdenes” de Zelaya y Nasralla, llegando a “cobrar impuesto de guerra” para dejar pasar vehículos de carga y pasajeros.
En un discurso el dirigente de la alianza, Juan Barahona denunció que la encargada de negocios de la misión estadounidense, Heide Fulton, fue a decir junto al presidente del TSE, David Matamoros, que las elecciones “eran transparentes”.
Desde el domingo pasado el TSE -que tiene hasta el 26 de diciembre para proclamar al ganador-, está dedicado a resolver impugnaciones presentadas por partidos de oposición que piden que las elecciones sean anuladas y se convoque a nuevas.
Piden un gobierno provisional
Un grupo de intelectuales vinculados a la alianza opositora propuso “una transición ordenada” a un gobierno provisional.
Uno de los firmantes, el sacerdote Ismael Moreno, jefe de los jesuitas, explicó a la AFP que su propuesta es anular las elecciones conforme a la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) y nombrar un gobierno de transición a partir del 27 de enero próximo -cuando vence el mandato de Hernández-, para que convoque a nuevas elecciones.
Este gobierno de transición convocaría previamente a un plebiscito para decidir si se cambian los artículos “pétreos” que prohíben la reelección en el país y si se aprueba el cambio Hernández podría participar en las elecciones, de lo contrario el PN tendría que cambiar el candidato, explicó.
Hernández se postuló a la reelección gracias a una resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que falló a favor de un recurso contra una prohibición establecida en la carta magna.
El TSE dio una ventaja a Hernández con 42,95% de los votos escrutados frente a 41,42% de Nasralla. Pero en un primer resultado, con 57% de los votos contados, el TSE había dado una ventaja de cinco puntos a Nasralla.
Luis Zelaya, candidato del Partido Liberal (PL, derecha), tercero en las elecciones, declaró tajantemente que Nasralla ganó las elecciones, según las actas que tiene en su poder.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada, la cúpula empresarial, demandó que los “paros no se realicen perjudicando el traslado de personas y bienes”.
“Las protestas dañan la economía pero al final daña más el continuismo” de Hernández, publicó en un Twitter Nasralla, quien se estrenó el jueves como padre