Los números son más que claros, horrorosos.
2.700 bomberos luchan contra los incendios en Australia. Tres han muerto
Hasta el lunes había 136 incendios en Nueva Gales del Sur, el estado más afectado.
24 personas han muerto, dos están desaparecidas.
500 millones de animales muertos en Nueva Gales del Sur, pero podrían ser más.
En diciembre, el humo en Sydney era tan malo que la calidad del aire superaba 11 veces el nivel “peligroso”.
Se han quemado 6 millones de hectáreas, el equivalente a todo Costa Rica y parte del sur de Nicaragua.
Y a pesar de ese desastre mundial, cuyo epicentro hoy es Australia, la cumbre sobre el cambio climático efectuada en diciembre en Madrid fue un fracaso a pesar de la insistencia de los científicos que cuentan con evidencia contundente para tratar de frenar el alza de la temperatura promedio en el planeta.
Y, lo más indignante aún, es que entre los responsables del fracaso en la la lucha contra el calentamiento de planeta está Australia, junto con EE.UU., Brasil, Arabia Saudita, varios países más y las principales compañías de petróleo, gas y carbón del mundo.
Australia, incluso, fue acusada de "hacer trampa" y fue señalada como una de las naciones que frustraron un acuerdo sobre las reglas para el acuerdo climático.
La adolescente sueca Greta Thunberg, líder mundial en esta batalla ecológica, salió decepcionada: “La ciencia es clara, pero está siendo ignorada. Pase lo que pase, nunca nos rendiremos. Apenas hemos empezado”. Dios oiga sus súplicas.