Once guardias suizos tienen coronavirus, anunció este jueves el comandante del cuerpo militar encargado de la seguridad del papa y de la Ciudad del Vaticano.
Los siete nuevos casos se sumaron a los cuatro contagiados el pasado fin de semana y se encuentran todos aislados, fuera de sus cuarteles, precisó en un comunicado la Guardia Suiza Pontificia.
El ejército más antiguo del mundo suele brindar protección durante las misas papales, vigila los accesos al Vaticano y garantiza la seguridad del papa Francisco, de 83 años.
Debido a los contagios se ha modificado la programación del servicio de manera de "excluir cualquier riesgo", especificó la entidad.
El Vaticano anunció el lunes que otras tres personas residentes en el Estado del Vaticano resultan positivas, por lo que se elevó a 15 el número total de casos.
El 4 de octubre, treinta y ocho nuevos guardias suizos prestaron juramento durante una ceremonia que se celebró al aire libre en el patio San Dámaso del palacio apostólico.
A la ceremonia asistieron 220 personas, el 10% menos de lo habitual.
Los jóvenes reclutas, acompañados por algunos miembros de la propia familia, habían sido recibidos la víspera del juramento, sin mascarillas, por el papa en el palacio apostólico.
De larguito
El pontífice argentino anunció el miércoles que va a evitar el contacto cercano con los fieles, por lo que inició a saludar desde lejos a los asistentes a la audiencia general.
"Perdónenme si los saludo desde lejos, pero creo que si todos, como buenos ciudadanos, respetamos las prescripciones de las autoridades, eso ayudará a acabar con esta pandemia", declaró el papa, que evita aparecer con mascarilla durante las audiencias públicas o privadas.
Italia, que ha registrado hasta ahora más de 36.000 muertes por el virus, ha tomado esta semana una serie de medidas restrictivas por el aumento notable de nuevos casos.
Este jueves contabilizó la cifra de 8.804 casos y 83 muertes frente a 7.332 casos y 43 muertes del día anterior, un récord de contagios diarios desde el inicio de la epidemia.
Más de 163.000 pruebas han sido efectuadas en 24 horas, una cifra también sin precedentes.
Cerca de 100.000 personas se encuentran infectadas, la gran mayoría de las cuales reciben tratamiento en casa.