Las redes sociales, la publicidad y los nuevos cánones de belleza sitúan una vara inalcanzable respecto de las aspiraciones estéticas que puede tener una persona. En casos, estar expuesto a estos demasiado tiempo puede decantar en una búsqueda incesante de la perfección que se vincula a una percepción errónea de uno mismo.
Una cuestión estética que ejemplifica lo mencionado es la blancorexia, un término coloquial mediante el cual se hace referencia a las personas que se obsesionan con tener los dientes cada vez más blancos.
En su aspiración por conseguir una sonrisa perfecta, las personas no se conforman con los resultados de los tratamientos odontológicos ni con las recomendaciones de los profesionales. Algunos intentan lograr tonos de blanco aún más intensos por su cuenta, poniendo en riesgo su salud bucal mediante el uso de remedios caseros o productos recomendados por terceros.
“Someter los dientes a un exceso de agentes blanqueadores puede provocar daños en el esmalte, la dentina y la pulpa, e incluso podría resultar en necrosis del nervio, infección o pérdida de dientes”, advierte la odontóloga Natalia Rosero, directora de la clínica Odonto Palermo. La blancorexia es un término coloquial mediante el cual se hace referencia a las personas que se obsesionan con tener los dientes cada vez más blancos
Los cánones de belleza son cada vez más altos y, entre las exigencias que más se escuchan en los consultorios profesionales, se encuentra el deseo de lograr el tono más claro posible en los dientes. Frente a esto, el odontólogo Pablo Cohen, de la Estética Dental, aclara que muchas personas desconocen que, con el paso de lo años, es natural que los dientes adquieran un color más amarillento.
“Hay dientes con esmalte más poroso, lo que permite que absorban más pigmento de los alimentos y otros, menos porosos, que mantienen un color más claro . Lo mismo ocurre con el blanqueamiento dental; hay gente a la que le hace efecto y le bajan varios tonos de color mientras que otros apenas notan diferencias”, explica.
El Dr. Cohen es contundente: “No tenemos todos el mismo color de dientes, esto varía de persona a persona. Algunos son más amarronados, otros grisáceos o amarillos; no existe un color determinado o de base para un blanqueamiento”.
Ambos profesionales consideran que las personas que padecen blancorexia suelen reunir algunas de estas características:
Tienen expectativas poco realistas sobre la tonalidad que pueden alcanzar con los tratamientos de blanqueamiento dental.
No suelen quedar satisfechas con los resultados de los tratamientos de blanqueamiento dental.
Solicitan reiteradamente tratamientos de blanqueamiento dental.
Se aplican en casa productos blanqueadores sin ningún tipo de control odontológico.
No respetan los lapsos entre tratamientos o sesiones.
Visitan a varios especialistas, uno tras otro, para recibir varios blanqueamientos dentales.
“Hay casos que incluso, cuando reiteradamente siguen sin conformarse con el color piden por tratamientos como carillas o coronas que les permiten elegir el color del diente y por lo cual hay tonalidades que llegan a ser extremas”, cuenta Cohen. Sucesivamente, añade que terminan siendo opciones más invasivas porque implican un desgaste del diente natural. Hay dientes que tienen esmalte más poroso por lo que les entra más pigmento de las comidas y otros que menos y mantienen un color más claro
Existen diversas opciones para blanquear los dientes de manera segura con resultados óptimos. Las recomendaciones de la Dra. Rosero son:
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Blanqueamiento profesional: Tiene que llevarse a cabo por profesionales en un consultorio odontológico. Es una técnica rápida cuyos resultados se observan desde la primera sesión, con un aclarado de hasta 5 tonos. El método consiste en colocar una barrera gingival que protege las encías, lengua y paladar y después se aplica un gel blanqueante que se activa mediante luz LED.
Blanqueamiento ambulatorio: Se puede realizar desde la casa, pero siempre con la supervisión de un odontólogo. Se consigue mediante unas férulas en las que se aplica un gel blanqueador.
Blanqueamiento combinado: Es un método combinado de los dos ya mencionados. Supone un aclarado de hasta 8 tonos, con una mayor duración de los resultados, debido a los dos tratamientos de blanqueamiento recibidos en el consultorio y en el hogar.
Blanqueamiento interno: Se utiliza en situaciones concretas como la perdida de color de un diente por alguna causa. En varias sesiones se recibe el tratamiento en la clínica para devolver el color e igualarlo con el resto de dientes.