Del gran incendio de Londres en 1566 a los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, pasando por el asesinato de Enrique IV de Francia en 1610, Michel de Notre-Dame, más conocido como Nostradamus , se convirtió en una referencia a la hora de predecir hechos que pasarían a la historia y catástrofes mundiales.
Entre las profecías que el presunto adivino dejó escritas hace más de 450 años, por las que se le adjudicó también el acierto de la muerte de la reina Isabel II, hizo un vaticinio que afectaría al reinado de Carlos III.
“La muerte repentina del primer personaje, será cambiado y pondrán a otro en su reino”, escribió el francés hace cinco siglos en su conocido libro Las Profecías, una cita que los expertos interpretaron como un vaticinio al reciente fallecimiento de la monarca de Inglaterra.
Ahora, la nueva interpretación de otro escrito del presunto adivino pondría en jaque el reinado del heredero de la corona británica, Carlos III.
“Al final de la guerra (que podría ser la de Ucrania), las grandes potencias cambian. Cerca de la costa, nacen tres hermosos niños. Arruinarán al pueblo cuando sean mayores de edad. Cambiarán el reino y no lo verán crecer más”, se lee en un poema, llamado Century 8 Quatrain 97. En otro pasaje, añadió: “Asumirá el trono un hombre que nunca esperó convertirse en rey”.
Los especialistas en el tema de Nostradamus asociaron las afirmaciones del profeta francés con que podría tratarse de los últimos años de la corona británica. El motivo de su fin serían tres niños, que podrían ser el príncipe William, el duque Enrique de Sussex y la prima de ambos, la princesa Beatriz, aunque los nietos de la fallecida reina conforman un total de ocho.
Ese “hombre” que asumirá el trono, a pesar de que “nunca esperó convertirse en rey”, podría ser cualquiera de los hijos de Carlos III o incluso él mismo. Esto podría deberse ante la abdicación del monarca por su avanzada edad, un acto que el príncipe William no esperaría hasta más adelante en el tiempo; o por imprevistos que provocarían que el duque de Sussex heredara la corona.
Pero una nueva teoría afloró recientemente con la aparición de un presunto nuevo heredero. Esos “tres niños” señalados en la profecía, que definirían el final de la monarquía británica, podría tratarse de los príncipes William y Harry, además de Simon Dorante-Day, el hombre que el año pasado afirmó ser el hijo no reconocido de Carlos III y la reina consorte Camila. Nació en 1966 y aseguró que fue adoptado por una familia que trabajó en el Palacio de Buckingham, quienes le admitieron que era descendiente de la realeza.
Frente a la demanda ante el Tribunal Supremo australiano, a través de la cual Simon pidió que se reconociera su derecho a la línea de sucesión al trono británico, si se comprobara la filiación, se convertiría en el primogénito de los actuales reyes de Inglaterra, por lo que se transformaría en el principal heredero a la corona. Además, el hombre afirmó que Lady Di descubrió la verdad sobre su presunta identidad antes de su muerte.