Michel de Notre-Dame, más conocido como Nostradamus, se convirtió en una verdadera referencia a la hora de predecir las grandes catástrofes mundiales.
El boticario y supuesto adivino dejó escritas hace más de 450 años una serie de profecías que parecían descabelladas, pero varias de ellas se hicieron realidad.
Para este 2022, el autor del histórico libro Les Prophéties (Las Profecías), publicado en 1555, realizó una serie de predicciones que, según los intérpretes, se han ido cumpliendo con el tiempo.
Cambio climático
“Bajo el clima babilónico opuesto, grande será sin derramamiento”.
Los intérpretes de Nostradamus aseguran que en esta línea el mítico francés se refiere al cambio climático, una realidad de nuestros días. Las consecuencias serán el hambre, la escasez de agua y los desastres naturales, por los cuales dos países se enfrentarán en una guerra por la supervivencia.
LEA MÁS: Francia vive ya la guerra del agua: ¡incluso se la roban!
Muere el líder
“La muerte repentina del primer personaje, será cambiado y pondrán a otro en su reino”.
Esta escalofriante profecía parece indicar que Nostradamus vaticinó, hace casi cinco siglos, que este año morirá una importante figura política mundial, según indicaron los expertos. Y que será reemplazada por otra.
¿A cuál líder se habrá referido?
Una invasión
“Alrededor de la Gran Ciudad, habrá soldados alojados en campos y suburbios”
En una nueva profecía apocalíptica, Nostradamus dejó dicho que una metrópoli sería invadida por el enemigo. El 24 de febrero de este año, el mundo vio con sorpresa que Rusia cruzaba la frontera de la vecina Ucrania y con eso comenzaba una guerra que cumple ya seis meses.
LEA MÁS: Se cumple profecía de la “Nostradamus de los Balcanes”
Las que ya pegó
Nostradamus anticipó el gran incendio de Londres en 1566: “La sangre de los justos será demandada de Londres, en el año 66, quemada por el fuego”.
También predijo el asesinato de Enrique IV de Francia en 1610. “Cinco décadas y siete no frenarán la carrera del gran león céltico, cuando un joven león con su leona, recurriendo a la Osa, furtivo, de su rival cortará el huso”, escribió.
Tampoco se equivocó con las bombas atómicas que se arrojaron sobre Hiroshima y Nagasaki, en Japón, en 1945. “Cerca de las puertas y dentro de dos ciudades, habrá dos azotes como nunca vio nada igual, hambre, dentro de la peste, por el hierro fuera arrojados, pedir socorro al gran Dios inmortal”, vaticinó.
Y se le adjudican otros aciertos impresionantes, como el asesinato de John F. Kennedy por un exmarine en 1963: “El gran rayo cae de día, mal y predicho por portador postulado: siguiente presagio cae de noche, conflicto en Reims, Londres, etrusca bubónica”.
También los atentados del 11 de setiembre de 2001 a las Torres Gemelas en Nueva York: “Cinco y cuarenta grados el cielo arderá, fuego acercándose a la gran ciudad nueva: al instante, gran llama esparcida saltará”.