El diario estadounidense New York Times escogió a una mujer llamada Yada Yuan para visitar 52 lugares seleccionados para “escapar y ver el mundo”, entre ellos Costa Rica, que escribieron como un paraíso para estadounidense adinerados.
En la nota, que se titula "Los secretos de Costa Rica detrás de un decorado de lujo”, donde la viajera describe a la Península de Papagayo como un paraíso lujoso, pues asegura que cuando recordó lo que le costó pasar una noche ahí, se le esfumaron todas las poesías que podía imaginar sobre el bello lugar.
“Si este país centroamericano biodiverso se ha anunciado como el paraíso de los estadounidenses adinerados —el 40 por ciento de sus turistas provienen de Estados Unidos—, entonces la península de Papagayo, en la provincia de Guanacaste, es adonde van los multimillonarios para no tener que interactuar con los ricos ordinarios”, dice la publicación.
Esta zona hotelera de lujo ha sido visitada por Lady Gaga y Christian Bale, cada quien por su parte, y según el New York Times, cada noche en una de las residencias cuenta casi ¢15 millones en temporada alta.
“La belleza extrema tiene un precio alto. Me registré para pasar una noche en Andaz en un área de recepción al aire libre situada en un acantilado sobre el océano. Sin embargo, poco después comencé a sentirme atrapada. Después de una confusión en la lavandería que me dejó sin pantalones, me envolví una toalla por la cintura y caminé al área de recepción para sacar otro par de mi maleta. (El servicio de lavandería costó 34 dólares por cinco prendas)”, escribió Yuan.
A pesar del costoso lugar, Yuan conoció un marinero, que no hablaba inglés, pero quien logró que pudiera conocer el lado amable de los ticos, así como disfrutar de los momentos simples e inolvidables.
“La parte de Costa Rica que me llevaré conmigo es la que Álvarez y yo visitamos en nuestros viajes por carretera. Un día nos dirigimos hacia el sur y, después de 45 minutos, llegamos a Playas del Coco, una playa popular llena de albañiles que juegan al fútbol y pescadores que acaban de llegar después de pescar. Camino a otra playa gratuita, Playa Hermosa, Álvarez saltó una cerca para recoger mangos verdes que rebanó y sirvió con limón y sal para cenar. (También me ofreció Coca-Cola y una sopa instantánea de su ración personal cuando quedó claro que solo había traído suficiente para él)”, concluye el post.
Además, la mujer concluye la nota recomendando conducir en el carril izquierdo para evitar levantarse alguna vaca o persona que transita del lado derecho.