Pristina, Kosovo – Muñecas, un frasco conmemorativo, una lupa, un condón usado: Son recuerdos de corazones rotos que un donante anónimo hizo al Museo de Relaciones Rotas, una muestra excéntrica en Kosovo.
La exposición itinerante - vinculada a una muestra permanente en la capital croata, Zagreb, que está dedicada a atesorar y compartir historias sobre rompimiento de relaciones y pertenencias simbólicas - comenzó a ser mostrada a principios de mayo y durará un mes en Kosovo, como parte de la Semana Europa.
“Su misión es conectar a gente en espacios públicos a través de historias y amor y separaciones”, dijo en un comunicado la oficina de la Unión Europea en Kosovo.
Desde entonces 2016, el museo de Relaciones Rotas puede ser encontrado en dos ciudades; el original está localizado en la Ciudad Superior en Zagreb, Croacia, mientras que se fundó otro en Los Ángeles, EE. UU.
El curador Kushtrim Fetahu dijo que los organizadores lanzaron una convocatoria de historias a través de Facebook e Instagram, y consiguieron 30 objetos para la muestra en Kosovo. Todo esto tiene la intención de “contar historias, compartirlas, explicar todas las relaciones, contar lo que pasó, no solo con los amantes sino también con los amigos y familia”, dijo.
Al hablar sobre un frasco conmemorativo, un donante de la ciudad de Prizren, del oeste de Kosovo, dijo: “ Este frasco mantiene los hermosos días y noches de nuestra relación y esto no merece ser desechado ni dejarlo al olvido”.
La colección de Pristina incluye objetos de la colección permanente del museo en Zagreb, como el resultado positivo de una prueba de embarazo, de Leipzig, Alemania, así como el vestido de novia de una turca que perdió a su prometido justo el día que se iban a casar, el 28 de junio del 2016. El murió durante un ataque terrorista en el aeropuerto de Estambul.
El museo, que en el 2010 ganó el premio EMYA Kenneth Hudson por ser el proyecto más innovador y osado en Europa, agregó que ellos fomentan la discusión y reflexión no solo sobre la fragilidad de las relaciones humanas sino también sobre las circunstancias sociales, culturales y políticas vinculadas a las historias contadas”.
Cuando el proyecto termine en Kosovo, algunas de las historias serán enviadas al museo permanente en Zagreb.