A comienzos de este mes, Elizabeth Francis se convirtió en la persona viva más longeva de Estados Unidos, con 114 años.
La mujer, que también es la quinta persona de más edad en el planeta, según datos de LongeviQuest, ha brindado distintas entrevistas durante los últimos años y se refirió a cuál es la fórmula para llegar hasta su edad.
A lo largo y ancho del mundo, millones de personas sueñan con tener una vida lo más larga y de mejor calidad posible. Más allá de las diferencias culturales sobre la edad y las preferencias individuales de cada uno, la longevidad es una búsqueda común por parte de muchos. En ese sentido, las personas que lograron llegar a una edad avanzada suponen una fuente de inspiración, ya que no solo recuerdan que es posible hacerlo, sino que también en ocasiones dan a conocer sus claves para lograrlo.
Esto aumenta en el caso de los supercentenarios, personas que superan el umbral de los 110 años, un grupo selecto en la humanidad. En ese sentido, a sus 114 y tras volverse una de las personas más longevas del mundo, Elizabeth Francis y su vida tienen algunas lecciones para darle a quienes estén interesados en tener una vida larga.
Tanto en una entrevista que brindó a Today.com en 2023 como gracias a las palabras de su nieta Ethel Harrison, se pudieron conocer algunos aspectos de su vida. En primer lugar, Harrison destacó que la extensión de vida de su abuela se logró gracias a que siempre fue muy activa. Además de caminar regularmente hasta los 90 años, luego de jubilarse continuó trabajando en tareas domésticas, siempre según lo que podía dar su cuerpo.
Además, su familia destacó que a lo largo de su vida nunca fumó ni tomó alcohol, lo que sin dudas ayudó a su calidad de vida y a llegar a una larga edad en buen estado. A pesar de que no fue definido como el secreto de su longevidad, también se remarcó que siempre comía comida casera y que jamás consumía alimentos procesados.
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La genética
A pesar de que la clave estuvo en su estilo de vida y sus costumbres, la genética sin dudas fue una ventaja para Elizabeth Francis. Mientras que su hermana mayor llegó a los 106 años y su padre a los 99, actualmente la mujer vive en una residencia junto a su hija de 94 años. En ese panorama, se puede ver que el factor hereditario tuvo su influencia.