Talia Sinnott, una mujer británica de 27 años, enfrenta una condición médica que le impide digerir la mayoría de los alimentos, limitando su dieta a solo tres opciones: galletas, papas fritas y melón dulce.
La mayor parte de su nutrición proviene de la alimentación a través de una sonda.
Un diagnóstico que cambió su vida
Talia padece gastroparesia, una enfermedad que afecta el funcionamiento del estómago, dificultando la digestión. Su condición se manifestó en 2022, cuando cursaba un doctorado en psicología clínica y comenzó a experimentar un dolor intenso al ingerir alimentos o bebidas. Tras varios intentos por encontrar una respuesta, recibió el diagnóstico de esta enfermedad crónica.
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“El año pasado la operaron para implantarle un marcapasos gástrico, pero lamentablemente sus síntomas no mejoraron”, explicó Peter Sinnott, su padre, en una campaña de recaudación de fondos destinada a cubrir su tratamiento.
Debido a su condición, Talia enfrenta vómitos constantes, que pueden alcanzar hasta 30 episodios en un solo día. A pesar de su alimentación asistida, ha identificado tres productos que su cuerpo tolera sin provocar reacciones adversas. En promedio, su consumo semanal incluye cinco cajas de galletas, cinco melones y cinco bolsas de papas fritas.
Comparte su experiencia en redes sociales
A través de sus plataformas digitales, Talia documenta su rutina, los tratamientos que sigue y aspectos de su vida cotidiana.
En una de sus publicaciones expresó: “He estado adoptando un enfoque de ‘un día a la vez’ y me siento muy agradecida de tener a mi alrededor a tanta gente cariñosa, sin prejuicios y que me apoya, especialmente en mi círculo íntimo. Es muy difícil procesar y aceptar cuando te sientes una carga, un problema interminable e indigno, pero siempre estaré agradecida y los amaré”.
Su historia ha generado apoyo en línea, mientras busca opciones que le permitan mejorar su calidad de vida.