Los restos del Titanic, en el fondo del mar desde su famoso naufragio en 1912, estarán protegidos de turistas y exploradores gracias a un tratado entre Estados Unidos y el Reino Unido que entró en vigor este martes.
“Este acuerdo crucial con Estados Unidos para preservar los restos significa que ahora se les tratará con la sensibilidad y el respeto debidos al lugar donde descansan 1.500 personas”, afirmó en un comunicado la secretaria de Estado de Transporte Marítimo del reino Unido, Nusrat Ghani, coincidiendo con una visita a Belfast, donde fue construido el buque.
Este acuerdo permite a los dos países conceder o rechazar licencias para entrar o sacar objetos del pecio.
El Titanic, que se encuentra en aguas internacionales, estaba solo protegido hasta ahora por la Convención de la Unesco sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
El gigantesco transatlántico, que partió de Southampton, en el sur de Inglaterra, el 10 de abril de 1912 con destino a Nueva York, era el más grande del mundo en el momento de su lanzamiento y se hundió tras chocar con un iceberg cinco días después.
De los 2.224 pasajeros y tripulantes, casi 1.500 murieron en la tragedia.
Desde el descubrimiento en 1985 de los restos del naufragio en aguas internacionales del océano Atlántico, a 650 kilómetros de las costas canadienses y a 4.000 metros de profundidad, ha sido visitado por incontables turistas y buscadores de tesoros.
Tras una expedición en 2012, un grupo de científicos señaló daños recientes en el casco del Titanic por submarinos utilizados para visitarlo. También advirtieron de cantidades inquietantes de desechos y escombros arrojados por barcos en la superficie o abandonados cerca del pecio.
La Organización Marítima Internacional expresó su preocupación en un informe sobre los impactos ya visibles, que deshonran este lugar de sepultara de los fallecidos en el accidente.