Ahora sí es cierto que le sacudieron el piso al libertario Otto Guevara quien se ha lanzado 5 veces para presidente de Costa Rica. En India hay una versión de Otto que le gana al tico y por goleada porque lo ha intentado más de 200 veces.
El reparador de neumáticos K. Padmarajan se ha presentado en 238 elecciones en India y ha perdido en todas. Lejos de amedrentarse, este “rey de las elecciones” disputará en abril unos nuevos comicios porque, para él, “la victoria es secundaria”.
“Todos los candidatos buscan la victoria en las elecciones”, dice el aspirante de 65 años. “Yo no”.
Su carrera electoral comenzó en 1988 en su pueblo natal de Mettur, en el estado de Tamil Nadu, en el sur de India.
La gente se mofó de él, pero Padmarajan quería demostrar que un hombre ordinario podía concurrir a unos comicios en el país más poblado del mundo.
La victoria es participar y, cuando llega la inevitable derrota, está “feliz perdiendo”, asegura el hombre, que luce un imponente bigote de morsa.
En las elecciones generales de India que comenzarán el 19 de abril y se alargarán seis semanas, Padmarajan compite por un puesto en la Asamblea Legislativa india en el distrito Dharmapuri de Tamil Nadu.
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Apodado popularmente como el “rey de las elecciones”, ha competido en todo tipo de comicios, desde locales a presidenciales, y ha perdido contra figuras como el primer ministro Narendra Modi o sus predecesores y Atal Bihari Vajpayee y Manmohan Singh.
“La victoria es secundaria”, señala. “¿Quién es el oponente? No me importa”, zanja Padmarajan.
Ahora, su principal preocupación es ampliar su racha de derrotas. El hito no le ha salido barato: ha gastado miles de dólares en tasas de nominación a lo largo de tres décadas.
Para su última postulación ha tenido que pagar un depósito de seguridad de 25.000 rupias (300 dólares), que no podrá reembolsar salvo que consiga más del 16% de los votos.
Hasta ahora, su mejor resultado fue en 2011, cuando se presentó a las elecciones a la asamblea en Mettur. Obtuvo 6.273 votos, lejos de los más de 75.000 del ganador.
“No esperaba ni un solo voto. Pero quedó demostrado que la gente me acepta”, afirma.
“No pienso en ganar. El fracaso es lo mejor”, dice.
¿Y qué pasaría si un día gana? “Tendría un ataque de corazón”, bromea.