Tras un operativo conjunto entre Italia y Francia, se logró la captura de Edgardo Greco, de 63 años, quien estaba prófugo desde hace 16 años. Se trata de un hombre que había sido miembro de Ndrangheta, el principal grupo criminal que azota a Italia desde la década del 90.
Según informó la Interpol, escapó de la custodia policial mientras cumplía una condena de cadena perpetua por los asesinatos de Stefano y Giuseppe Bartolomeo. Este es descrito por el medio local ‘Cosenza Channel’ como “uno de los episodios más lúgubres de las tres guerras mafiosas libradas en la ciudad de Bruzi”.
También, se le acusa del intento de asesinato a Emiliano Mosciaro, “todo como parte de una ‘guerra de mafia’ entre las bandas de Pino Sena y Perna Pranno que marcó el principio de la década de 1990″, dice la Interpol.
Greco fue arrestado en Saint-Etienne, Francia, luego de las labores de investigación de la Fiscalía de Catanzaro y las actividades de vigilancia por parte de un grupo de búsqueda.
Así, se dieron cuenta de que ocultaba su identidad bajo la apariencia de un pizzero, incluso había aparecido en una publicación haciendo alarde de ser “un auténtico pizzero italiano”.
Los investigadores de la Policía italiana en Cosenza confirmaron posteriormente la identidad del sujeto y el ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, aplaudió el arresto. Según dijo, así se demuestra el compromiso del país para luchar contra todas las formas de crimen organizado y localizar fugitivos peligrosos.
”No importa cuánto se esfuercen los fugitivos por entrar en una vida tranquila en el extranjero, no pueden evadir la justicia para siempre. Oficiales dedicados en todo el mundo siempre se asegurarán de que se haga justicia”, concluyó el secretario general de la Interpol.