En el río Ufa, ubicado en Bashkiria, una de las repúblicas de Rusia, se ha hecho famosa una perra que día tras día se dirige al agua congelada con la esperanza de encontrar a su dueño, quien murió ahogado en la última semana del mes de noviembre.
Belka es una perra mestiza que ha pasado largos días vigilando la zona en que su dueño, un hombre de 59 años, murió ahogado el pasado 24 de noviembre mientras intentaba cruzar el hielo del río sobre su bicicleta.
Desafortunadamente la nieve compacta apenas tenía dos centímetros de espesor y cedió por completo con el peso de su cuerpo sumado al del vehículo, lo que hizo que el sujeto fuera arrastrado por las aguas heladas de la región, dejando a la perra sin su acompañante de vida.
Con la llegada de cada amanecer después del día del accidente, Belka se dirige justo al lugar en que su dueño desapareció. A pesar de los diferentes esfuerzos que han realizado los rescatistas por alejarla de la zona, ella camina nuevamente hasta el hielo con la esperanza de encontrar al hombre.
Kiril Pervov, el presidente interino de Emergencias en Bashkiria, ha compartido con diferentes personas a través de Telegram algunas imágenes de la perra sentada sobre el hielo mirando al horizonte con un testimonio acerca de los hechos que llevaron a Belka a la búsqueda de su dueño.
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“A pesar de los intentos de sus familiares por llevarla a casa, no pierde la esperanza. Regresa al hielo una y otra vez”, contó Pervov en la red social. Sumado a esto un testigo afirmó: “La perra regresaba al hielo y los rescatistas la traían de vuelta a la orilla”.
Belka ha pasado los últimos días caminando una y otra vez el frío hielo de la región sin importarle lo peligroso del acto. Algunas personas dicen que todo parece como si el alma del hombre continuara viva bajo la nieve y el agua, algún tipo de lazo invisible que solo la perra aparentemente puede notar.
En estos momentos el animal se ha convertido en un símbolo de lealtad para la comunidad que habita en esta zona. Además, se espera que al menos por un par de semanas más Belka continúe su recorrido diario hasta que note que su dueño ya no regresará del hielo.