Un insólito caso de vulneración de derechos humanos ha despertado la indignación de algunos ciudadanos estadounidenses. La semana pasada se conoció la noticia de la muerte de Lashawn Thompson, un recluso de la prisión de del condado de Fulton, quien murió producto de una infestación de insectos en su celda.
Para muchos es evidencia del abandono del estado a los privados de la libertad y la falta de manutención de los centros penitenciarios, por lo que la comunidad ha mostrado su preocupación por la calidad de vida que mantienen los reos durante su condena.
Según dicen reportes oficiales, Thompson llevaba recluido durante tres meses. Los médicos que llegaron a socorrerlo no pudieron reanimarlo a pesar de a pesar de los múltiples intentos. Si bien la autopsia no reveló la causa real de su muerte, sí especificó que el cuerpo fue hallado con centenares de insectos incrustados en su piel.
Su cara y las extremidades superiores e inferiores presentaban cortes y lesiones provocadas por el picaje repetido. Michael Harper, abogado de la familia del fallecido, informó que a Lashawn “se lo comieron vivo las chinches y los insectos”.
El jurista tenía fotografías de las condiciones de la celda y la cárcel de Fulton, donde se veía un evidente desaseo. Forenses que fueron a recoger el cadáver tuvieron que ingresar con trajes de bioseguridad para manipular la escena.
Es un hecho que ha generado que se movilizara una campaña para cerrar la prisión de manera inmediata. Bras McCrae, hermano de Thompson, manifestó su conmoción al ver las condiciones en las que vivía su familiar. Detalles muestran el avanzado estado de infestación de insectos a la que alcanzó estar el recluso.
¿Qué dicen las autoridades?
“No es ningún secreto que las condiciones ruinosas y de rápido deterioro de las instalaciones actuales hacen que sea increíblemente difícil cumplir el objetivo de proporcionar un entorno limpio, bien mantenido y saludable para todos los reclusos y el personal”, dijo un portavoz de la Oficina del Sheriff del Condado de Fulton a ‘WSB-TV’.
Harper dijo a ‘The Washington Post’ que la familia apreciaba que los funcionarios estuvieran trabajando para mejorar algunas condiciones, pero pidió que se tomaran medidas inmediatas en el caso de Lashawn.
”Si nos fijamos en esas fotos, lo deplorable que era esa celda de la cárcel, ¿cómo llegaron a ese punto en primer lugar? No es apta ni para un animal”, dijo.
La familia de Thompson aún no ha emprendido acciones legales, pero tiene la intención de hacerlo una vez que los médicos forenses den un parte oficial de lo que causó la muerte de su familiar, expresó el representante legal al medio citado.