Es evidente que el rock no atraviesa su mejor momento y que tampoco despierta el mismo interés y atención de algunas décadas atrás. Pero de ahí a decretar su finitud, como suelen sentenciar con frecuencia ciertas voces, existe un largo trecho. Y el mejor ejemplo que así lo demuestra sucedió ayer por la noche en el estadio de River Plate, Argentina.
A cinco años de su última visita al país, y tras anunciar la reedición de lujo de Use your illusion I y II, sus álbumes consagratorios lanzados originalmente en 1991, Guns N’ Roses se reencontró con sus fans locales montado en la gira intitulada “We ́re F’N Back! Tour 2022″.
Saldando la deuda que quedó pendiente luego de la suspensión de la edición 2020 del Lollapalooza Argentina con motivo de la pandemia por coronavirus, y que la tenía entre sus principales animadoras, la banda californiana revalidó sus credenciales como uno de los últimos bastiones del rock más salvaje y rebelde que aún resiste en el panorama musical.
Nacidos a imagen y semejanza de Aerosmith, aunque indisimulados devotos de Los Beatles, Los Rolling Stones, Queen, Pink Floyd y Jimi Hendrix, entre muchos otros clásicos, a lo largo de tres horas los Guns conquistaron a la fervorosa multitud que colmó el Monumental con su poderío característico y un listado de temas rebosante en hits.