El triángulo de las Bermudas es un misterioso espacio geográfico con forma triangular ubicado entre las Islas Bermudas, Puerto Rico y Miami.
En el último siglo, múltiples barcos y aviones han desaparecido luego de entrar en el área que compone este lugar.
Según National Geographic, “argumentan que muchas de las desapariciones se pueden explicar simplemente debido a una Madre Naturaleza a veces traicionera, el error humano, una fabricación o un diseño mal hecho y también a la mala suerte”.
A pesar de que existen algunos planteamientos teóricos que podrían explicar los sucesos que ocurren en el lugar, son miles de teorías conspiranoicas las que han surgido durante los años.
Presencias extraterrestres, una tercera dimensión en el área, calamares o monstruos submarinos gigantes y más son las hipótesis de ciencia ficción que se han escuchado sobre el triángulo.
Hoy en día, continúan apareciendo historias y teorías de las personas sobre el lugar, pero a la par también son muchos los descubrimientos que hacen en el mismo, como el tiburón cigarrillo que habita en su mayoría ese territorio.
Así es el tiburón cigarrillo
Es un tiburón pequeño que no mide más de los 10 a 50 centímetros de longitud. Durante el día se mantiene en la profundidad del mar, a unos 3600 metros aproximadamente, y en la noche sale a la superficie para cazar.
Sus dientes son lo más característico que posee el animal, son aserrados y tienen una inusual forma circular. Según ‘Naturalista CO’, al momento de atacar a sus víctimas deja un hueco redondo de unos cinco centímetros de diámetro y siete de profundidad.
Al igual que las otras especies de tiburones, el animal cambia regularmente de dientes, con la diferencia de que la hilera inferior la cambia toda de una vez y no uno por uno. Gracias a las especializaciones que tiene en su boca, logra asegurarse en la piel de su presa y hacer una presión tan fuerte que al succionar y girar puede arrancar un gran pedazo redondo de carne, explican en la página mencionada.
La marca que deja la mordida del tiburón luego de atacar a su víctima es similar a la que dejaría un cigarrillo si lo apagaran en la piel, de esto el origen de su nombre.
El animal puede agredir a otros, incluso mucho más grandes que él, como delfines, ballenas y focas, por la audacia de sus ataques.
Por la poca presencia de personas en las zonas que suelen habitar esta especie, no se considera como un peligro para el ser humano. Sin embargo, ha realizado ataques directos a buzos, supervivientes de naufragios y submarinos.
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Se cree que el tiburón cigarrillo puede dañar el metal, debido a que en los años 70, sus dientes dañaron muchas superficies de neopreno de los submarinos. Para evitar los daños, tuvieron que instalar una superficie de vidrio sobre la otra y así evitar afectaciones muy graves.