El Papa Francisco presidio la misa de Nochebuena, en la Basílica de San Pedro, luego de la apertura del Jubileo Ordinario del 2025.
En su homilía, el sumo pontífice destacó que la virtud cristiana de la esperanza es incompatible con la pereza, y pidió a todos “hacerse peregrinos en busca de la verdad”. Durante un año, los fieles de todo el mundo están invitados a cruzar una Puerta Santa y abrir de par en par sus puertas a Cristo.
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“Hay esperanza para cada uno de nosotros. Pero no olviden, hermanas y hermanos, que Dios lo perdona todo, Dios perdona siempre. No lo olviden. Y esa es una manera de entender la esperanza en el Señor”, declaró.
De acuerdo con el medio Vatican News, para acoger el regalo del Nacimiento del Señor, el papa recordó que estamos llamados a ponernos en camino con el asombro de los pastores de Belén, y retomar el relato del Evangelio, según San Lucas, que fue proclamado en la sagrada eucaristía.
“Esta es la señal, prosiguió Francisco, para recuperar la esperanza perdida: renovarla dentro de nosotros, sembrarla en las desolaciones de nuestro tiempo y de nuestro mundo rápidamente.
“Y hay tantas desolaciones en este tiempo. Pensemos en las guerras, en los niños ametrallados, en las bombas sobre las escuelas y los hospitales”, agregó el pontífice de manera improvisada, quien aconsejó a “disponerse rápidamente, sin aminorar el paso, dejándose atraer por la buena noticia”.