Estados Unidos impuso este miércoles una batería de sanciones a Nicaragua, a la que acusa de hacer negocio con la migración, y emitió una alerta para advertir a las aerolíneas que eviten ser cómplices “en la explotación de migrantes”.
Cuando faltan menos de seis meses para las elecciones presidenciales, el presidente Joe Biden intenta atajar la crisis migratoria desde todos los frentes y Nicaragua es uno de ellos.
Los migrantes atraviesan cada vez más la región utilizando Managua como punto de desembarque para continuar el viaje hacia el norte por tierra.
Esto ha llevado al gobierno de Biden a emitir una alerta para notificar a las aerolíneas, operadores de vuelos chárter, agentes de viajes y proveedores de servicios sobre las formas en que las redes de tráfico de migrantes explotan los servicios de transporte para facilitar la migración irregular.
En un comunicado, el Departamento de Estado acusa al mandatario Daniel Ortega y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, de haber ideado “políticas migratorias permisivas” que han facilitado que las redes “exploten a los migrantes con fines económicos y fomenten peligrosos viajes irregulares hacia la frontera suroeste de Estados Unidos” con México.
“Muy cínico”
Washington ha publicado una serie de medidas que las aerolíneas deben tomar para evitar ser cómplices.
Les recomienda vigilar las rutas de alto riesgo, dar cuenta de las agencias de viajes que les resulten sospechosas, actuar con prudencia cuando traten con empresas intermediarias opacas y transmitir información anticipada sobre pasajeros.
El gobierno de Ortega es “muy cínico” vendiendo visas “que requieren que las personas salgan en un plazo de 96 horas”, explicó una funcionaria estadounidense que pidió el anonimato en una rueda de prensa telefónica.
“Es un régimen agresor que se beneficia (...) y facilita el tráfico ilícito de migrantes”, añadió, precisando que la medida no está destinada al sector del turismo.
Nicaragua se halla bajo sanciones estadounidenses por la represión de las protestas de 2018 contra Ortega, en el poder desde 2007. Washington considera fraudulenta su reelección en 2021 y le reprocha una ola de detenciones contra opositores, muchos de los cuales siguen en la cárcel o se vieron obligados a exiliarse y fueron despojados de su nacionalidad.
Este miércoles reforzó las sanciones. El gobierno de Ortega reaccionó fustigando a los opositores exiliados.
Rusia y el oro
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) sancionó a COMINTSA y Capital Mining, dos empresas del sector del oro afiliadas al gobierno, “que generan ingresos” para el régimen, afirmó el Departamento del Tesoro en un comunicado.
También impuso sanciones al Centro de Capacitación del Ministerio del Interior de Rusia en Managua (RTC) que brinda cursos especializados para la Policía Nacional de Nicaragua (PNN) y las fuerzas del orden de otros países latinoamericanos, añade.
Este centro “ayuda a mantener el ciclo de opresión” porque la PNN “lleva a cabo ejecuciones extrajudiciales, utiliza munición real contra protestas pacíficas e incluso participa en escuadrones de la muerte”, acusa el gobierno estadounidense, que estima que Nicaragua es uno de los principales socios de Rusia en Centroamérica.
Como resultado, todos los bienes y participaciones en bienes de las entidades sancionadas que se encuentren en Estados Unidos o que estén en poder o bajo el control de estadounidenses quedan bloqueados.
Paralelamente, el Departamento de Estado impuso restricciones de visa a más de 250 miembros del gobierno, incluidos policías y paramilitares, agentes penitenciarios, fiscales, jueces y funcionarios de educación superior pública, así como a actores no gubernamentales por apoyan al régimen de Ortega y Murillo.
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Los sanciona por “su apoyo a los ataques del régimen Ortega-Murillo a los derechos humanos y las libertades fundamentales y la represión de las organizaciones de la sociedad civil”, informó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Adrienne Watson, en un comunicado.
Tras el anuncio de las nuevas sanciones, la vicepresidenta Murillo fustigó a los opositores nicaragüenses exiliados, a quienes acusó de “servir al yanqui” y de creer que “el entreguismo les generará dividendos”.
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Desde noviembre de 2021, el gobierno de Biden restringió la entrada a más de 1.400 funcionarios nicaragüenses.
La relación entre Estados Unidos y Nicaragua se ha tensado especialmente desde las elecciones de 2021 en el país centroamericano, que se celebraron con los rivales del mandatario Ortega presos o en el exilio.
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Desde entonces Managua ha llevado a cabo una ofensiva contra miles de oenegés y el mundo académico, además de intensificar la persecución contra la Iglesia católica.