Un grupo de geólogos en Berna, Suiza, descubrió un trozo de meteorito con punta de flecha que era utilizado como arma durante la antigua Edad del Bronce hace 3000 años. El hecho ocurrió el pasado 3 de agosto, pero hasta ahora se difundieron más detalles al respecto.
Según consignaron a The Sun, el artefacto se desarrolló entre el 900-800 aC y está hecho de Aluminio-26, un isótopo radiactivo que se encuentra naturalmente en regiones de formación de estrellas y proliferaba en los primeros años del sistema solar. En cuanto a sus características, los científicos explicaron que mide alrededor de 3,81 centímetros de largo y pesa poco menos de 3 gramos.
“El estilo de la punta de flecha de hierro se parece mucho al de las puntas de flecha de bronce del mismo grupo de hallazgos , aunque el proceso de fabricación fue muy diferente”, detalló el equipo en el estudio publicado en el Journal of Archaeological Science.
Respecto de sus componentes, agregaron: “El material orgánico rico en carbono adjunto probablemente represente restos de alquitrán, probablemente alquitrán y madera, lo que indica que estaba sujeto a una flecha en algún punto”.
Por otro lado, sostuvieron que el hallazgo se realizó, originalmente, en Mörigen, en el lago de Biel, durante el siglo XIX.
“Se trataba de un sitio de la Edad del Bronce”, indicaron. A pesar de que pasaron décadas desde la primera vez que se conoció, durante todo ese tiempo estuvo escondido en el Museo de Historia de Berna, hasta que en la actualidad fue redescubierto.
“Anteriormente se pensaba que la punta de flecha de Mörigen provenía de un meteorito de Twannberg que se estrelló en Suiza hace unos 160.000 años”, argumentaron. Si bien estos fueron las primeras investigaciones en cuanto a su origen, los geólogos ahora creen que vino de un meteorito en Estonia: “Hay tres rocas del planeta con exactamente la misma combinación de metales, a más de 1,400 millas de Suiza. La punta de flecha de Mörigen debe derivar de un gran meteorito de hierro IAB (mínimo de 2 toneladas de masa pre atmosférica) basado en espectrometría gamma y composición elemental”.
Asimismo, remarcaron que, entre los grandes meteoritos IAB (de hierro), que se encontraron en Europa, tres de ellos poseen una composición química consistente con la punta de flecha de Mörigen: Bohumilitz, en República Checa; Retuerte de Bullaque, en España; y Kaalijarv, en Estonia.
“Este último es un gran meteorito que produjo una serie de cráteres de impacto. El más grande, llamado Kaalijärv, tiene 110 m de diámetro y se ubicó en la isla de Saarema”.
Además, los geólogos dieron a conocer la teoría de que el arma hallada se comercializó en el Báltico: “El descubrimiento y posterior transporte/comercio de fragmentos de hierro tan pequeños parece mucho más probable que en el caso de grandes masas de meteoritos enterradas. Otros artefactos del mismo origen pueden estar presentes en otras colecciones arqueológicas”.
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Con un debate que ya se encuentra en investigación, aún faltan conocer más datos respecto de la historia del artefacto en cuestión y los usos que le daban. No obstante, en otros estudios difundidos por la revista dejaron comprobado que no es la primera vez que realizan este tipo de descubrimientos. “El hierro de los meteoritos fue ampliamente utilizado por las sociedades humanas antiguas , con muchos ejemplos de uso temprano del hierro meteórico descubiertos en Europa”, concluyeron.