Rocas lunares recogidas por los astronautas de Apolo 11 y Apolo 17 fueron entregadas a 135 países como símbolo de buena voluntad de Estados Unidos: algunas forman parte del orgullo de instituciones científicas y museos, pero de muchas otras no se tienen noticias.
Muchas desaparecieron, fueron robadas o se destruyeron.
La lista que sigue resume la historia de algunas de las rocas lunares desaparecidas y también de piedras perdidas que fueron recuperadas.
Estos casos fueron compilados a partir de investigaciones realizadas por Joseph Gutheinz Jr -agente especial retirado de la NASA conocido como el "cazador de rocas lunares"- y sus estudiantes, y el sitio web collectSPACE, especializado en la historia de la exploración espacial.
Nicaragua
Una roca lunar sustraída en Nicaragua también tuvo una historia con sobresaltos. El fragmento de Apolo 11 acabó en manos de un magnate de los casinos de Las Vegas, Bob Stupak, que lo compró a un misionero bautista, que lo había adquirido en Costa Rica.
Stupak exhibió la roca durante un tiempo en su Moon Rock Cafe. Y dos años después de su muerte, un representante legal del empresario llamó a Gutheinz para saber qué tenía que hacer con ella.
“Entréguela a la NASA y hágale prometer que la devolverá a Nicaragua”, respondió el abogado. “Y eso es exactamente lo que hicieron”, afirma.
Afganistán
Las rocas del Apolo 11 y el Apolo 17 entregadas a Afganistán, país devastado por una guerra perpetua, han desaparecido.
Chipre
Una de las rocas dirigidas a Chipre nunca llegó a ser entregada, debido a la invasión turca de la isla en julio de 1974 y el posterior asesinato del embajador de Estados Unidos apostado allí.
Años después, el hijo de un diplomático estadounidense la entregó a la NASA, pero la agencia no la ha enviado a su destinatario original.
Honduras
La roca lunar de la misión Apolo 17 que pertenecía a Honduras fue recuperada por Gutheinz y Bob Cregger, un agente del Servicio Postal de Estados Unidos.
Ocurrió en 1998 durante un operativo encubierto bautizado "Operación Eclipse Lunar".
Un empresario del estado de Florida llamado Alan Rosen había pagado 50.000 dólares por ella a un coronel del ejército hondureño. Rosen intentó luego vender la piedra a Gutheinz -quien se hacía pasar por un comprador interesado- por cinco millones de dólares.
Fue decomisada y luego devuelta a Honduras.
Irlanda
La roca lunar del Apolo 11 que llegó hasta Irlanda estaba en exhibición en el Observatorio Dunsink, en Dublín. Construido en 1785, tenía todo para ser el hogar perfecto de ese pequeño fragmento de satélite. Por desgracia, en octubre de 1977 un incendio arrasó con el edificio.
Escombros del observatorio -y lo que haya quedado de la roca lunar- terminaron en un vertedero cercano.
Libia
Las rocas lunares del Apolo 11 y el Apolo 17 fueron entregadas al entonces líder libio Muamar Gadafi. Se desconoce el paradero actual de las piedras.
Malta
En mayo de 2004, la piedra del Apolo 17 en posesión de esta pequeña república insular fue robada del Museo de Historia Natural. No ha sido recuperada.
Rumania
La roca del Apolo 11 que llegó a este país de Europa del Este se exhibe en un museo de la capital, Bucarest.
Se cree que la otra roca, del Apolo 17, fue vendida por los herederos del dictador Nicolae Ceausescu, ejecutado junto a su esposa Elena el día de Navidad de 1989.
España
La roca del Apolo 17 que Nixon envió a España se puede ver en el Museo Naval de Madrid, luego de que fuera donada por la familia del almirante Luis Carrero Blanco, asesinado por el grupo separatista vasco ETA en 1973.
La otra roca, proveniente de la misión del Apolo 11, desapareció. Se cree que está en poder de la familia del dictador Francisco Franco.