La pequeña ciudad de Uvalde, en Texas, enterró este martes a las primeras víctimas de la matanza escolar del 24 de mayo, una de las peores en una década.
Los funerales de los 19 niños y dos maestras se prolongarán hasta mediados de junio. Ellos fueron asesinados cuando Salvador Ramos, de 18 años, abrió fuego en la Escuela Primaria Robb, .
Una de las primeras ceremonias fue la de Amerie Jo Garza, que acababa de celebrar su décimo cumpleaños. Esta “pequeña diva curiosa que ‘odiaba los vestidos’ y tenía un gran corazón” soñaba con volverse profesora de arte, escribió su familia en un obituario.
También estaba previsto para este martes el funeral de Maite Rodríguez, de 10 años. La niña, que quería ser bióloga marina, era “amable, carismática, amorosa”, escribió en Facebook su madre, Ana Rodríguez.
LEA MÁS: Este era Salvador Ramos, autor de matanza de 19 niños en escuela de Texas
En medio del duelo, en Uvalde también había ira por la respuesta de la policía, que está en el centro de fuertes críticas por haber tardado en abatir al pistolero. Una “decisión errónea”, admitió el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw.
LEA MÁS: Chiquitos de escuela en Texas veían película de Disney cuando atacante entró al aula
“Pueden decirme ‘Oh, cometimos un error. Tomamos la decisión equivocada’. Pero no me van a devolver a mi bisnieta”, dijo Rubén Mata Montemayor, de 78 años, bisabuelo de una de las víctimas.
¡Hagan algo!
Diecinueve agentes de policía se quedaron en el pasillo de la escuela sin intervenir durante casi tres cuartos de hora, mientras Ramos seguía atrincherado en un aula. La policía finalmente entró y mató al joven armado.
Cuando Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, visitó Uvalde el fin de semana, los gritos de “¡Hagan algo!” resonaron entre la multitud.
El tiroteo, el último de una epidemia de violencia armada en Estados Unidos, se produjo menos de dos semanas después de que 10 personas murieran en un ataque en una tienda de Buffalo por parte de un joven que tenía como objetivo a los afroamericanos, y provocó llamados desesperados a favor de una reforma contra la tenencia de armas.
LEA MÁS: Papá de niña asesinada en escuela de Texas: “Cuida a tu hermanito por mí”
El presidente “debe aprobar leyes para que podamos proteger a los niños de las AR-15″, el arma semiautomática usada en la escuela Robb, reclamó por ejemplo Robert Robles, de 73 años.
Ricardo García, de 47 años y quien trabajaba en el hospital de Uvalde el día del tiroteo, contó que no logra “sacar de su cabeza el llanto de las madres a las que se les anunciaba la noticia fatal”.
“Hay que dejar de vender armas, punto”, sentenció.
“Seguir presionando”
Si bien los tiroteos masivos sacuden a la opinión pública y generan demandas momentáneas de cambio, la regulación de armas enfrenta una fuerte resistencia por parte de la mayoría de los republicanos y algunos demócratas de los estados rurales.
El lunes, Biden prometió “seguir presionando” por una regulación más estricta de las armas de fuego.
“Creo que las cosas se han vuelto tan graves que todo el mundo se está volviendo más racional al respecto”, dijo el presidente.
Un grupo bipartidista de legisladores trabajó durante el fin de semana para buscar posibles áreas de acuerdo.
Según lo que se sabe, buscan legislar para aumentar la edad para la compra de armas o para permitir que la policía retire las armas de las personas consideradas en riesgo, pero no en una prohibición total de los rifles de alta potencia como el arma utilizada tanto en Uvalde como en Buffalo, Nueva York.
Pero pasar de las palabras a los actos será difícil por la estrecha mayoría de los demócratas en el Congreso.
Más violencia
Mientras el país aún está sacudido por la masacre de Uvalde, el ataque escolar más mortífero desde que 20 niños y seis adultos fueron asesinados en Newtown, Connecticut en 2012, hubo una docena de tiroteos masivos reportados durante el fin de semana largo por el Día de los Caídos.
Según el sitio web Gun Violence Archive, se registraron al menos 132 muertes por armas y 329 heridos en todo el país desde el sábado 28 hasta el lunes 30 por la noche.
En Uvalde, una ciudad mayoritariamente latina de 15.000 habitantes, muchos clamaban por cambios.
“Si un niño ni siquiera puede tomar un sorbo de vino porque es demasiado joven, ¿saben qué? Es demasiado joven para comprar un arma de fuego”, dijo Pamela Ellis, quien viajó desde Houston para dar sus condolencias a las familias de las víctimas.