El reconocido narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien está en la lista de los más buscados del FBI por asesinar a un agente federal hace más de tres décadas, señaló en un comunicado formal que no tiene plata, que es demasiado viejo para trabajar y que no tiene una pensión.
La inusual solicitud fue presentada este martes 26 de mayo por el abogado de Caro Quintero, en busca de una medida cautelar que se traiga abajo su arresto o extradición hacia Estados Unidos por el secuestro y homicidio del agente especial de la DEA Enrique Camarena, ocurrido en 1985 en México.
LEA MÁS: Investigador tico custodió una noche tesoro decomisado al narco Rafael Caro Quintero
“Él alega insolvencia porque dice tener más de sesenta años de edad, no estar pensionado ni jubilado y como hecho notorio aduce encontrarse sustraído de la acción de la justicia, lo que le impide, dice, laborar o desempeñar alguna actividad por la que pueda adquirir recursos económicos”, señalan documentos entregados a la corte.
El gobierno estadounidense asegura que el capo y su familia siguen involucrados en el tráfico de drogas.
Luego de haber sido detenido en Costa Rica en 1985, el criminal pasó años en una prisión en México y fue puesto en libertad en 2013, una decisión que enfureció a Washington. Un tribunal federal mexicano emitió una orden para volver a arrestarlo, pero el narco sigue prófugo.
Su paso por Costa Rica
El capo del cártel de Guadalajara vivió un tiempo en Costa Rica y llegó a comprar cuatro propiedades valoradas en unos dos millones de dólares, una estaba ubicada en San José de la Montaña, otra en Bello Horizonte de Escazú, una más en Vázquez de Coronado y la quinta de San Rafael de Ojo de Agua donde fue capturado.
Además, cuando lo arrestaron, en 1985, se le decomisó trescientos mil dólares en efectivo, un arma enchapada en oro con diamantes, joyas valoradas en ese entonces por un millón de dólares y dos carrazos de lujo.
El grupo narco liderado por Quintero, era el encargado, en los años ochenta, de distribuir cocaína, marihuana y heroína en América, según la DEA.