Jayland Walker, un afroestadounidense de 25 años al que la policía mató en junio cuando intentaba escapar después de una multa de tráfico en una ciudad del norte de Estados Unidos recibió 46 balazos, según los resultados de una autopsia publicados este viernes.
Su muerte y la publicación de un vídeo de la intervención policial provocaron manifestaciones durante días en Akron, una ciudad de 190.000 habitantes del norte de Ohio.
La Oficina Forense del condado de Summit, del que forma parte Akron, reveló este viernes los principales hallazgos de la autopsia de Walker.
El cuerpo tenía 46 heridas por bala, incluidas algunas que le rozaron el cuerpo, y además 15 lesiones por salida de bala, según Lisa Kohler, de la Oficina de Medicina Forense, citada por el periódico local Akron Beacon Journal.
En el cadáver se encontraron 26 proyectiles. “No pudimos determinar qué bala lo mató”, dijo el funcionario. “Tenía varias heridas muy graves”.
La cadena de noticias CNN que el cuerpo llegó esposado a la oficina del médico forense.
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El análisis toxicológico no reveló rastros de drogas ni alcohol.
Según la policía, los agentes intentaron arrestar a Jayland Walker el 27 de junio por una infracción de tráfico, pero él disparó con un arma por la ventanilla del carro antes de huir a pie.
En el auto hallaron una pistola y balas, dijo la policía.
Mientras huía, ocho policías abrieron fuego contra el joven; dos fueron suspendidos de sus funciones en espera de la investigación.
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Este hecho recuerda las muertes de otros hombres negros en incidentes con la policía, unas tragedias que desencadenaron un gran movimiento contra el racismo y la violencia policial en 2020. Sobre todo la de George Floyd, quien murió por la presión de la rodilla de un policía blanco sobre su cuello en Minneapolis en mayo de 2020.