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Crece el descontento en Perú, sigue la crisis política

Nueva presidenta intenta negociar un gobierno

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In this handout picture released by the Peruvian Presidency, Peru's new President Dina Boluarte speaks to the press in Lima, on December 8, 2022, a day after being sworn by Congress as Peru's first-ever woman President following the impeachment of Pedro Castillo. - Peruvian Pedro Castillo was impeached and replaced as president by his deputy on Wednesday in a dizzying series of events in the country that has long been prone to political upheaval. Dina Boluarte, a 60-year-old lawyer, was sworn in as Peru's first female president just hours after Castillo tried to wrest control of the legislature in a move criticised as an attempted coup. (Photo by melina Mejia / Peruvian Presidency / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / PERUVIAN PRESIDENCY / MELINA MEJIA" - NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS (MELINA MEJIA/AFP)

La nueva presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció que el sábado formará un nuevo gobierno tras la destitución y detención de Pedro Castillo, acusado de una intentona golpista, pero el descontento crece en las calles, donde seguidores del exmandatario exigen su liberación y la convocatoria a elecciones.

Boluarte abrió la puerta a llamar a elecciones anticipadas en busca de una salida pacífica a la crisis política, e instó a la calma a la población en medio de protestas que exigen un nuevo Congreso.

“Si la sociedad y la situación lo ameritan adelantamos elecciones en conversaciones con las fuerzas democráticas del Congreso”, declaró Boluarte a la prensa, tras asegurar que el sábado tendrá formado su gabinete.

“Hago un llamado a las hermanas y hermanos que están saliendo en protesta para pedirles que nos calmemos”, señaló tras violentos enfrentamientos entre manifestantes pro Castillo y la policía el jueves de noche en Lima.

Dos días después del fracaso de su tentativa de golpe de Estado, Castillo comparte centro de reclusión con el exmandatario Alberto Fujimori en una base policial en Lima.

La fiscalía acusa a este maestro rural de izquierda de rebelión y conspiración, y un alto tribunal dictó siete días de prisión preliminar en su contra.

En las calles, en tanto, las manifestaciones crecen y atizan la incertidumbre sobre la posibilidad de que Boluarte pueda concluir en 2026 su mandato, como ella misma anunció al asumir.

Decenas de manifestantes bloqueaban este viernes por segundo día consecutivo diferentes tramos de la carretera Panamericana Sur con piedras, troncos y quemando neumáticos en demanda de elecciones generales y el cierre del Congreso.

También hay protestas y bloqueos convocados en Lima en la tarde.

Cerca de un millar de manifestantes chocaron violentamente el jueves contra la policía cerca del Parlamento, y fueron dispersados con gases lacrimógenos. Al menos tres fueron detenidos, constató la AFP.

Movilizaciones callejeras también se reportaron el jueves en otros puntos del interior de Perú como Chota (Cajamarca, cuna de Castillo), Trujillo, Puno, Ayacucho, Huancavelica y Moquegua.

La Defensoría del Pueblo hizo un llamado “a toda la ciudadanía a la tranquilidad y la responsabilidad”.

Boluarte asistió el viernes a una ceremonia del ejército peruano por el 198º aniversario de la Batalla de Ayacucho, que selló el fin de la dominación colonial de España en América Latina.

“Dejemos atrás los capítulos de confrontación, los infaustos hechos que quisieron quebrar la democracia y las aventuras que no generaron estabilidad. Es ahora o nunca. El Perú no puede parar”, dijo ante los militares, que no respaldaron el golpe.

Castillo intentó disolver el Legislativo y gobernar por decreto, pero sus órdenes fueron desacatadas por las Fuerzas Armadas y el Congreso.

Miles de manifestantes exigieron el jueves la renuncia de la flamante presidenta, la primera mujer en dirigir a Perú y a quien algunos izquierdistas tildan de “traidora” por haber asumido el cargo.

“Vivimos en un golpe de Estado decretado por el Congreso golpista. No puede ser que un grupito de 100 personas saque a un presidente elegido por millones”, cuestionó Ana Zevallos, una manifestante.

Castillo es acusado de rebelión. De ser hallado culpable, enfrentaría entre 10 y 20 años de prisión.

Tras el fallido autogolpe, el expresidente fue detenido por su propia escolta mientras se dirigía a la embajada de México en Lima a solicitar asilo político.

El gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador, su férreo defensor, dijo que realiza consultas con Boluarte para otorgarle el asilo, informó el canciller Marcelo Ebrard.

Un exjefe de gabinete y un abogado de Castillo aseguran que el expresidente estaba dopado durante el mensaje en el que anunció su fallida intentona golpista.

“Yo le digo ‘¿por qué ha hecho la lectura?’ (del decreto que disolvía el Congreso) y me dice que no se recuerda”, dijo el viernes el congresista y exjefe de gabinete Guido Bellido a la prensa, luego de visitar a Castillo en su centro de detención.

“El estado psicológico de Pedro Castillo al leer el mensaje a la nación evidencia de que no se encontraba dentro de sus facultades, ello hace presumir que pudo haber sido inducido, urge una prueba toxicológica”, indicó en un tuit.

Guillermo Olivera, uno de los abogados de Castillo, también se sumó a esta teoría.

“Lo que yo sé es que cuando leyó el expresidente ese mensaje escrito por otros, unos minutos antes le dieron una bebida, una supuesta agua, y que después de beber el agua se sintió como atontado”, dijo Olivera a periodistas desde la base policial donde está detenido Castillo.

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