Una batalla legal sin precedentes toma forma en Hawái, Estados Unidos, en donde una mujer quedó sorprendida al descubrir que un equipo de constructores había levantado una casa en su terreno, sin que ella lo solicitara, y para colmo enfrenta una demanda del desarrollador
Annaleine Reynolds, conocida como Anne, es una coach de relaciones femeninas y sanadora energética que vive en California. En 2018, la joven compró un terreno de 4.046 metros cuadrados en Hawaiian Paradise Park, en la Isla Grande, en Hawái. De acuerdo a los documentos, ella adquirió la propiedad por $22.500 (más de doce millones de colones), luego de que fuera subastada por el gobierno.
La terapeuta estaba entusiasmada por la propiedad, la cual le parecía el lugar perfecto para tener retiros espirituales.
“Hay un carácter sagrado en esta tierra y la que elegí para comprar porque tenía todas las cualidades adecuadas”, dijo en entrevista con Hawaii News Now.
Mientras la sanadora pasaba la pandemia en California, en su terreno se construyó una casa sin su conocimiento ni consentimiento, indica el reporte.
La dueña del terreno desconocía que se había levantado una casa de tres habitaciones, con un costo de cerca de $500.000 (¢267 millones), en su propiedad. La sorpresa llegó cuando recibió una llamada de un agente inmobiliario. “Me dijo: ‘Acabo de vender una casa y resulta que está en tu propiedad, así que tenemos que resolver esto’”, narró la joven.
La casa construida en el terreno de Reynolds fue hecha por la empresa PJ’s Construction , la cual fue contratada por el desarrollador Keaau Development Partnership LLC, para construir alrededor de una docena de casas en terrenos de la zona en donde se encuentra la parcela de la sanadora. La confusión del terreno podría ser resultado de la negativa de los desarrolladores a contratar topógrafos para calcular los límites de los lotes.
Un vecino de Reynolds reveló que la propiedad pronto atrajo ocupantes ilegales, lo cual quedó verificado cuando la mujer visitó el lugar y descubrió que los baños habían sido usados y que había residuos en varios lugares.
“Fue asqueroso”, contó la joven, quien tuvo que invertir en una reja para proteger el terreno y que, además, enfrentó el aumento en el pago de impuestos por la propiedad.
Por si los gastos extras fueran poco, Annaleine Reynolds también enfrenta una demanda tras reusarse a aceptar un trato con los desarrolladores. La empresa le ofreció cambiarle su terreno por el que se encuentra al lado, el cual no cuenta con ninguna construcción, o venderle la casa con un descuento. Anne rechazó la propuesta y decidió contratar a un abogado de Honolulú.
Keaau Development Partnership LLC decidió llevar el asunto a los tribunales y presentó una demanda contra PJ’s Construction, el arquitecto, la familia del anterior propietario, el condado que aprobó los permisos y Annaleine Reynolds.
“Sentaría un precedente peligroso si se pudiera entrar en el terreno de otra persona, construir lo que se quisiera y luego, encima, demandarla por su valor”, dijo el abogado James DiPasquale, quien representa a Anne en este conflicto.